La jefa del departamento de Epidemiología en Río Grande, Alejandra Aguilera, aclaró que más allá de que se detectaron casos de niños con diarrea, que asisten al Jardín 26 ubicado en el Barrio Austral de la margen sur de Río Grande, el mismo no está cerrado.  La única sala afectada es la Turquesa y se constató que, “no tiene que ver con una situación de mala higiene del Jardín, porque estuvimos constatando las áreas y la verdad está todo impecable”.

En dialogo con Aire Libre Fm, Aguilera explicó que, “todo empezó a partir de dos casos de pacientitos que terminaron internados del jardín 26 con un cuadro diarréico bacteriano que coincidía la misma bacteria”.

Desde la dependencia de salud se acercaron al jardín y corroboraron que, “había más alumnos afectados con diarrea y en el día de ayer se confirmaron otros más con la misma bacteria”.

“En total fueron nueve niños confirmados que estuvieron con diarrea, concurrieron al Hospital y se les realizó el cultivo para detectar la bacteria, de esos nueve, son siete los que arrojaron resultado positivo a la bacteria gigela”.

De nueve alumnos, “se puede afirmar que en siete la bacteria es la misma dentro del grupo y una docente, de la cual estamos esperando el resultado”.

Aseguró que, “esto no es extensivo al resto del Jardín” y que en las  otras salitas,  “hay una nena que tiene la misma bacteria, que comparten la  misma área de juego”.

Aguilera indicó que, “es necesario  mantener las medidas de higiene, sobretodo el lavado de manos en los niños”.

Sobre los motivos por lo que lo niños se puede haber contagiada, dijo que “son todos chicos que viven en la Margen Sur, distribuidos en asentamientos y otros barrios del sector. Algunos se van caminando, sabemos que hay en algunos lugares aguas servidas y anegamientos”

“Tiene mucho que ver lo ambiental y la higiene personal, uno puede pisar, los chicos andan con los cordones desatados muchas veces, tocan el piso cuando se atan y llevan sus manos a la boca, tocan mascotas que andan afuera en la calle, son muchas las circunstancias bajo las cuales esto puede ocurrir”, detalló.

Si bien aún están tratando de determinar cuál fue el primer paciente que la adquirió, resaltó que, “la bacteria puede haber estado en el ambiente o provenir de algún paciente que es el primero”.

“Lo que nos indica esto es que ha tenido más que ver con el contacto que tuvieron los chicos entre ellos y no con situaciones propias de las instalaciones del jardín”, advirtió.

Aguilera explicó que, la sala no se cerró, porque “las recomendaciones internaciones indican que esto tiene que ver más con medidas de higiene entonces no se evalúa el cierre, siguiendo las normas y procedimientos no hace falta cerrar la sala”.

Por ultimo recomendó, “mantener la higiene de manos, lavarse las manos cada vez que se toca un animal, que se viene de afuera, que anda en micro, que va al baño, antes de comer, después comer y sobre todo a los niños inculcarles el lavado de manos es lo principal”.