El aeródromo de la base Marambio será equipado con radares y sistemas electrónicos para operar vuelos civiles a partir del verano de 2018.

El aeródromo de la base Marambio, ubicado en una meseta a 200 metros de altura sobre el mar en la Isla Marambio frente a la Península Antártica, será equipado con radares y sistemas electrónicos para operar vuelos civiles a partir del verano de 2018, informó a Télam el secretario de Logística, Emergencias y Gestión Cultural del ministerio de Defensa, Walter Ceballos.

Luego de concretadas esas mejoras en la infraestructura del lugar, las autoridades evalúan operar esa estación aérea a través de Lineas Aéreas del Estado (LADE) para vuelos de turismo antártico.

En diálogo con Télam, Ceballos sostuvo que “el trámite de la certificación del aeródromo de Marambio para vuelos civiles había comenzado el años pasado y en enero nos confirmaron la habilitación; pero antes de comenzar a operarlo queremos hacer importantes mejoras en su infraestructura”.

“Actualmente Marambio cuenta con un sistema de aproximación por radio navegación conocido cómo VOR; y nosotros queremos añadir un radar de alcance medio, un radar meteorológico y sistemas de aterrizaje instrumental ILS y TLS”, detalló.

El funcionario apuntó que “una vez que la pista esté equipada, la idea es operarla a través de la aerolínea LADE de la Fuerza Aérea Argentina para vuelos de turismo antártico; y para eso se tomó la decisión de equipar a LADE con aviones de transporte turbohélice que podrían ser el ATR-72 o el Bombardier Q-400, aunque no está definido si serán en leasing o compras”.

“En este proceso también se prevé la adquisición para la Fuerza Aérea de un avión de transporte mediano que debería definirse entre el Casa C-295 y el C-27 Spartan”, agregó.

Ceballos indicó que “en el marco de la renovación de infraestructuras antárticas la Base Marambio va a recibir muchas mejoras en sus áreas de investigación científica y operación logística, y en un segundo paso se va a analizar la posibilidad de planificar estructuras que permitan alojar un cupo de turismo antártico, aunque esos posibles visitantes deberán atenerse siempre a todas las normas de protección ambiental y de funcionamiento propio del resto de la base”.