Este viernes fue elevada al Juzgado Correccional la causa de flagrancia por la agresión sufrida por el juez Daniel Cesari Hernández.

El fiscal Jorge López Oribe que entiende en la causa solo requirió en su elevación por las “lesiones” en contra de los hermanos imputados; Álvaro Damián Jiménez de 19 años y Marcos Enrique Jiménez de 24.

No resulta un detalle menor que el propio fiscal haya desestimado requerir por otros dos elementos introducidos por Cesari en su testimonial en la denuncia; las supuestas amenazas y el robo de su celular.

La fiscalía complementó las actuaciones policiales con 3 testimoniales que se tomaron el día después del hecho, que fueron obviadas por la Policía en una intervención sesgada de parcialidad hacia la versión del magistrado.

En esos elementos testimoniales introducidos en el caso el fiscal desestimó la existencia de amenaza y un dolo de parte de los agresores en sustraer el celular del juez, sino que se lo quitaron en medio de la discusión para que no los fotografiara, como concluyeron los testigos “filtrados” por la Policía.

En cambio la parte querellante que interpuso el juez Cesari si requirió en la elevación de la causa por las 3 figuras delictivas denunciadas por el juez, basándose en ello en la testimonial del propio Cesari, quien incluso solicitó una restricción de acercamiento para los imputados.

La causa queda ahora en manos del Juzgado Correccional, que en casos de flagrancia, cuenta con un plazo perentorio de 3 a 4 meses para realizar el juicio, una omisión de debate o enviar todo a una mediación; según acuerden las partes.

Ya trascendió que el juez Cesari habría manifestado en el marco de las causa su negativa a un “acuerdo” o “mediación.