Se trata del caso que involucró la semana pasada al jefe de la brigada de Robos y Hurtos de la Policía Provincial, Eric Paredes, pasado a disponibilidad por ser imputado de “lesiones” hacia su pareja.

El efectivo mantuvo un entredicho con su novia en la madrugada del 18 de noviembre pasado, la cual convocó al lugar a un agente policial que es su ex pareja, generándose un incidente allí en el que la propia joven salió lesionada.

Inicialmente la joven no instó a la acción penal, pero pasadas 48 horas de sucedido el escándalo, la víctima se presentó en sede judicial con evidentes lesiones en el rostro, acompañada por su padre para finalmente radicar la denuncia ante las autoridades de turno.

Allí los funcionarios judiciales tomaron conocimiento de la magnitud de lo sucedido, en una denuncia donde la joven expuso, además del golpe recibido, todos los obstáculos que encontró en las primeras horas de la actuación policial con un claro fin; que desistiera de hacer la denuncia.

La joven refirió que esa misma madrugada estuvo cerca de 1 hora y media en la comisaría Tercera, cuando el protocolo indica claramente la inmediata intervención de la comisaría de Género y Familia para contener a la víctima en un ámbito mas preservado.

La intervención desde Género y Familia no fue mucho mejor. La víctima dio cuenta en su denuncia de una conversación con un alto oficial de esa dependencia, en la que directamente le sugería que desistiera de realizar la denuncia contra el oficial Paredes.

Cabe recordar que además del estado de vulnerabilidad de la joven, además es una agente civil de la misma fuerza policial, en una clara inferioridad de condiciones en ese hipotético cuadro.

Otro detalle sugestivo es que el efectivo policial actualmente imputado jamás pisó la comisaría o dependencia policial alguna –como cualquier otro imputado en un hecho delictivo- e incluso quedó al “cuidado” de un jefe policial de Río Grande.

Ante ello el fiscal interviniente, el Dr. Ariel Pinno, envió copias certificadas de la declaración testimonial de la víctima a la fiscalía Mayor a fin de que se investigue a los distintos efectivos y responsables intervinientes en el operativo.

Entretanto en las próximas semanas se aguardan las pericias psicológicas al imputado y la víctima para comenzar a desandar el trámite investigativo que claramente no tuvo un inicio regular.