Así se desprende de la comparación de los estudios de laboratorio efectuados ese año y los realizados el mes pasado.

El presidente de la DPOSS, Guillermo Worman, explicó que es el resultado de las medidas adoptadas desde el inicio de la gestión de la gobernadora Bertone. Esto posibilitó “el cese progresivo del derrame de cloacas crudas” terminando con “casi 10 años de contaminación continua”.

La calidad del agua de la Bahía Encerrada mejoró más de 300 veces desde 2013, según los análisis de laboratorio efectuados a mediados del mes de abril de este año. Este estudio revela que hace seis años el nivel de bacterias coliformes totales que ingresaban a ese espejo de agua desde la Bahía de Ushuaia era de 4.600.000 cada 100 ml, mientras que este año ese valor se redujo a 13.000. De la misma manera, las bacterias coliformes detectadas en la alcantarilla de salida de la Bahía Encerrada en 2013 ascendían a 2.400.000 por cada 100 ml, mientras que en abril de este año eso bajó a 7.900.

“En ambos casos, tenemos que la calidad del agua mejoró más de 300 veces -dijo el presidente de la Dirección Provincial de Obras y Servicios Sanitarios, Guillermo Worman-. Esto ha sido posible gracias a que cuando se inició la gestión de la gobernadora Rosana Bertone, pusimos en marcha el sistema cloacal de la ciudad, el que había dejado de operar por una disputa de interpretación respecto a si esta función le correspondía al Gobierno o al Municipio”.

Explicó que esto posibilitó “el cese progresivo del derrame de cloacas crudas”, terminando con “casi 10 años de contaminación continua”.

“Cuando estén concluidas las obras de las plantas cloacales de Arroyo Grande y de Bahía Golondrina, el 100% de los efluentes domiciliarios de la ciudad tendrán tratamiento”, agregó.