El detalle que hace más increíble el hecho denunciado esta mañana, es que el “ladrón” sustrajo la tapa de madera con herrería de aluminio y la cambió por una plástica de menor calidad, para tratar de encubrir el delito.

El hecho consumado fue detectado por el personal de limpieza del edificio del IPV de calle Pellegrini de Chacra II en Río Grande, que al iniciar su tarea este lunes a primera hora, percibió algo extraño en el baño para hombres del acceso.

Todos los baños del edificio poseen grifería y accesorios de primera calidad, entre ellos la tapa de los inodoros de la marca “Derpla” construidos en madera y con herrajes de aluminio, sobre los cuales el personal de limpieza trabaja a diario.

Como se venía del fin de semana, el baño del ingreso fue el primero en ser limpiado ya que es el único que tiene uso durante los días de receso, dado que es utilizado por la guardia policial del edificio, que el viernes estuvo hasta última hora de la tarde, según consta en el libro de actas.

La sorpresa fue observar que el único inodoro de este baño presentaba una tapa plástica blanca de muy baja calidad, la cual había sido evidentemente dejaba en reemplazo de la sustraída, la cual se calcula su valor entre 4 mil a 5 mil pesos.

Inmediatamente el “detalle” fue conocido por todo el personal del IPV que constató que en los restantes baños seguían las tapas originales de la construcción, siendo esta la única sustraída.

Manifestaron sospechas sobre la custodia policial del edificio

Más allá de lo risueña que pueda llegar a ser esta situación el trasfondo no deja de ser preocupante, en razón de las sospechas fundadas por el personal en relación al posible autor de esta miserable maniobra.

El viernes por la tarde tras el retiro del personal se realizó la última tarea de limpieza en la que no se constató anormalidad alguna, y luego de ello quedó constancia en el libro de visitas que la custodia policial permitió el ingreso de personas que realizaron diversos trabajos en el salón, como es la colocación de señalética sanitaria respecto de medidas preventivas para el COVID19.

Luego de ello solamente quedó la custodia policial en el lugar, sobre la cual al momento de radicarse la denuncia se centraron sospechas de parte de las autoridades a cargo del edificio, en razón de contar con el tiempo necesario para el cambio y poder entrar y salir del edificio con un artículo de semejante tamaño sin generar sospechas.

El edificio cuenta con sistema de videocámaras pero que no están funcionando, por lo que la investigación recién se inicia desde la comisaría Tercera, respecto de sus propios uniformados que cumplen guardia en esa repartición estatal.