El caso se produjo este sábado en calle Finocchio donde un hombre apareció corriendo en paños menores. Se presentó en una vivienda donde una mujer le facilitó pantalones, asegurando haber sido secuestrado, para luego continuar con su escape. La intervención policial desde la comisaría Segunda, constató a una cuadra una pelea de pareja, entre un hombre que sorprendió a su mujer con el mencionado joven.

La increíble situación se produjo el sábado por la mañana en ocasión de que una vecina de calle Finocchio al 1800, denunció que un joven en paños menores apareció a la puerta de su casa.

El joven le solicitó pantalones a la denunciante, identificada como Vanesa Ramírez, quien totalmente ajena a la situación decidió ayudarle y le facilitó dicha prenda de vestir.

El joven mientras se vestía le señaló a la mujer que había sido secuestrado y abandonado por sus captores en paños menores, tras lo cual se retiró del lugar.

La mujer hizo la denuncia, pero paralelamente efectivos policiales de la comisaría Segunda recibieron un llamado de un domicilio de calle Finocchio 1755, donde se producía un problema de pareja.

Allí la intervención policial encontró a un hombre de 24 años discutiendo con su pareja de 20, asegurando al personal policial que había encontrado a la misma en compañía de un joven.

El hombre aseguró que el amante furtivo apenas lo vió, escapó corriendo desnudo, dejando en el lugar sus prendas de vestir e incluso su celular.

Amante recuperó las prendas olvidadas

Personal policial dio intervención a la comisaría del Menor y la Familia para asistir a la pareja en conflicto, mientras que procedió a resguardar las prendas de vestir y el celular, propiedad del fugitivo.

Con estos elementos el personal policial finalmente pudo identificar al amante que llegó a escapar una cuadra corriendo en paños menores, el cual fue finalmente localizado en un domicilio de calle Forgacs a pocas cuadras de la escena del acto de infidelidad.

Allí se constató que se trataba de un joven de 17 años, al que le fueron devueltos los bienes olvidados, descartándose allí la denuncia inicial de un posible “secuestro” que terminó siendo un acto de infidelidad que quedó al descubierto.