El Indec publicó los números del segundo semestre del año pasado, en base a los relevamientos de la Encuesta Permanente de Hogares, para los que la cantidad de argentinos pobres el año pasado ascendió a 12.960.000, si se proyecta el cálculo que realizó el organismo estadístico en 31 aglomerados a todo el territorio nacional urbano. Esto significa que, en 12 meses signados por la crisis, 2.680.000 personas se sumaron a la pobreza.

La cantidad de personas bajo la línea de indigencia son 2.713.533 (un 6,7%), si se proyectan a nivel país. Esto quiere decir que 793.533 personas más tienen problemas severos para alimentarse. En un dato preocupante, la cantidad de chicos pobres de entre 0 y 14 años aumentó de 39,7% en el segundo semestre de 2017 a 46,5% a fines del año pasado.

Justamente, el Gobierno nacional anunció a comienzo de este mes un aumento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) de 46% con la venia del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en el marco de su acuerdo con la Argentina habilita un gasto de 0,2% del PBI para temas sociales mientras impulsa un fuerte ajuste fiscal y monetario para estabilizar el dólar y la inflación en el marco del Stand-By Agreement por el cual el país recibirá en total US$57.000 millones.

En el segundo semestre de 2017, la pobreza era de 25,7%, mientras que la indigencia llegaba al 4,8%, siempre para personas no para hogares. En tanto, el dato publicado hoy por el Indec muestra también un avance de la pobreza y la indigencia con relación al primer semestre de 2018. Entonces, la pobreza era de 27,3% y la indigencia, 4,9%. Sin embargo, teniendo en cuenta que el organismo mide la pobreza por ingresos y el mercado laboral tiene una alta estacionalidad, la mejor comparación -que evita distorsiones- siempre es la interanual.

“Los datos de pobreza muestran un incremento del 39,7% al 47% para el grupo de niñas y niños entre 0 y 14 años, cuando comparamos los segundos semestres de 2017 y 2018. Esto implica que extrapolado al total de la población, hay 5,1 millones de niñas y niños de 0 a 14 viviendo en la pobreza, y aproximadamente 796.000 más que en 2017”, afirmó Sebastián Waisgras, especialista en monitoreo y evaluación de programas de Unicef.

“La pobreza extrema también muestra un incremento para el mismo grupo de edad, pasando del 7,6% al 11% en el mismo período y afectando a 1,2 millones de niños”, agregó.

“El año pasado fue el peor desde 2002. Son varias las razones de ello: la devaluación del peso fue la más intensa desde ese año, por lo que la inflación se disparó. Ello determinó que la caída del poder adquisitivo fuera la más profunda desde 2002″, afirmó a este medio Daniel Schteingart, investigador del CITRA-UMET. La consecuencia de esto es que la suba de la pobreza por ingresos también fuera la más alta desde 2002, superando a 2014 y 2016, cuando trepó en ambos casos en alrededor de cuatro puntos porcentuales”, completó.

Fuente: LA NACION