La administración de Mauricio Macri evalúa una apertura y un acercamiento hacia los habitantes de las islas Malvinas .También cree que se podría acordar una cooperación científica y ampliar las becas de estudio a los kelpers; estrategia de acercamiento sin debate de soberanía.

La administración de Mauricio Macri evalúa una apertura y un acercamiento hacia los habitantes de las islas Malvinas con dos objetivos: diferenciarse de la estrategia confrontativa de Cristina Kirchner y asegurar un plan de “base humanitaria” con los kelpers.

Este esquema que se propone encarar Macri contempla la idea conceptual de que el territorio de las Malvinas es argentino y que, por lo tanto, a quienes viven allí “hay que tratarlos por igual como si fueran argentinos o extranjeros viviendo en territorio argentino”, según graficó un funcionario allegado al Presidente en una nota publicada hoy por el diario La Nación.

Esto implicará, en la práctica, establecer una relación “más normal” con las islas que la que tenía el gobierno kirchnerista. Así, se evalúa la posibilidad de dar asistencia en salud y educación a los isleños, así como la posibilidad de ampliar los vuelos del continente a las Malvinas.

No obstante, por el momento, esta estrategia no contemplará un acercamiento oficial ni extraoficial del Gobierno a los kelpers, porque Macri cree que la discusión por la soberanía de las Malvinas debe seguir encuadrada sólo con Gran Bretaña en el ámbito de las Naciones Unidas. Tampoco se analiza por ahora la posibilidad de establecer acuerdos de negocios conjuntos en el sector petrolero o marítimo.

En relación con los vuelos, se analiza restituir los viajes directos desde la Argentina hasta las islas al menos una vez por semana, como era antes de 2003, cuando que fueron cancelados. Actualmente sólo una vez al mes hay un vuelo de LAN que viene de Chile y hace escala en Río Gallegos. “Esta apertura permitirá que se fomente el turismo”, dijo un funcionario de Macri. Así, el Gobierno rechaza la idea de darle a Uruguay o a Brasil una oferta de vuelos a las islas, porque cree que ese rol lo debe cumplir la Argentina.

También se mencionó en el Gobierno la idea de armar una cooperación científica en el Atlántico Sur. Esto podría implicar un intercambio de trabajos en las Malvinas o en las islas Sandwich. Por el momento, el Gobierno no evalúa abrir el comercio hacia las islas, aunque éste es un tema casi central para los kelpers, porque deben comprar frutas o verduras frescas a Chile o a Europa a costos siderales. La intención de hacer negocios petroleros o marítimos en aguas del Sur por parte de la Argentina quedó abierta tras el reciente fallo de la ONU que habilitó la ampliación de la plataforma continental marítima.

Fuente: La Nación