La mediterránea localidad resulta un verdadero paradigma de la ineficacia estatal de una clase política solo interesada en atornillarse en el poder por el mayor tiempo posible, sin una idea clara de gestión que va en detrimento de los vecinos más precarizados de la provincia.

El colmo del cinismo político se da por estas horas con el intendente de Tolhuin Claudio Queno, quien se encuentra en la localidad de Bariloche donde una cumbre del kirchnerismo patagónico se dio cita para cuestionar las políticas del Gobierno Nacional de Macri para con la región.

Y es que mientras Queno mira hacia Buenos Aires, en Tolhuin la situación social y de la ciudad en sí es un verdadero desastre que solo se refleja en lo cotidiano del estado de las calles.

Los vecinos que ya llevan casi una década sufriendo una gestión personalista que, solo se ha dedicado – con la venida del Superior Tribunal de Justicia, a perpetuarse en el Poder, de la mano de triquiñuelas judiciales que permitieron una segunda reelección –injustificada- y contraria a cualquier precepto republicano y democrático; parecen estar lejos del final de la pesadilla.

Es que mientras la pequeña localidad que al ser transformada en municipio, duplicó sus ingresos, ello no se refleja en el nivel de vida de sus habitantes, y para peores, Queno ahora confirmó sus aspiraciones de volver a presentarse a un nuevo período de gobierno.

Es que el máximo responsable de las penurias de los vecinos de Tolhuin, ahora confirmó que en septiembre presentará un pedido de declaración de certeza a la genuflexa justicia fueguina, a fin de buscar considerar sus pasadas gestiones como “intendente comunal”, y diferenciar ello de su actual mandato como “intendente municipal”.

En ese sentido sostiene, y así lo entendió en su momento el STJ, la calidad del mandato es diferente, por lo que Queno buscará la venia de tener posibilidad de acceder a “dos mandatos como intendente municipal”, desentendiendo de ello los dos mandatos ya cumplidos como “intendente comunal”.

Queno ya lo ha dejado claro en sus discursos, la absoluta falta de idea de una línea de gestión y proyecto en pos de un pueblo cada vez más precarizado, por lo que esta nueva intentona no deja traslucir otra idea más que la perpetuidad en el Poder, a costa de la calidad de vida de los vecinos.

Un deleznable objetivo personal del cual deberá ser partícipe necesario una vez más el Superior Tribunal de Justicia, que tendrá una vez más la palabra sobre el sombrío futuro de los tolhuinenses que, ante la clara vulnerabilidad social, son manejados elección tras elección por la más descarnada -y efectiva- maquinaria asistencialista que hay en la provincia. Esa misma que refleja en las urnas un “aval político” a una dirigencia que ha hecho carrera política de la miseria de sus vecinos.