La investigación en torno al brutal crimen a sangre fría del jubilado municipal que había salido a comprar a un kiosco de su barrio, ya tiene marcados a los detenidos; Javier Eduardo Acosta de 23 años y Facundo Oscar Mancilla de 21; como los autores del atraco que tuvo un final fatal.

Nadie logra explicar aún por que ambos sujetos actuaron con tanta saña ante el hombre que minutos antes había salido de su casa del barrio Textil, a un kiosco sobre calle Anadón, siendo interceptado para robarle sus pocas pertenencias.

Y es que Juan Carlos Lucena no poseía dinero, solo llevaba su billetera con tarjetas, documentos y unas llaves, encontradas en el lugar, ocasión en la que la hipótesis fiscal sostiene que Acosta lo sostuvo por la espalda, dejándolo en estado de indefensión, para que Mancilla lo apuñalara 8 veces.

Una de estas puñaladas fue mortal perforando uno de sus pulmones, lo que le produjo la muerte a poco de llegar al hospital.

Dos cámaras de seguridad muestran a estos dos sujetos escapando del lugar en dirección a los patios internos de Aeroposta, y luego el hallazgo de elementos de la víctima en la casa de estos sujetos, tienen centrada la investigación sobre los mismos.

La fiscal del caso la Dra. Verónica Marchisio sostiene la acusación por “homicidio doblemente agravado por alevosía y criminis causa”, ante lo cual ambos sujetos arriesgan una dura condena.

Solo declararon los otros cuatro detenidos

Este serio compromiso procesal quizás haya sido el disparador de que se negaran a declarar, pero si lo hicieron sus cuatro compañeros de causa, los cuales son imputados por el delito de “encubrimiento agravado”, en relación a distintas circunstancias que los vinculan a los instantes posteriores al hecho.

Alberto Omar Torres de 45 años fue detenido en Aeroposta 415, así como su hijastro Leandro Emanuel Acuña, quien reside en el mismo domicilio. Estos dos sujetos permanecerían ajenos al hecho, pero no lograron convencer en sus dichos respecto de por que Torres a minutos del hecho sacó la basura con un trapo ensangrentado en su interior.

La hipótesis fiscal sostiene que los autores del hecho habrían pasado por esta casa a lavarse, aunque posiblemente estos dos detenidos habrían sido ajenos a lo que había ocurrido, aunque sus actos posteriores fueron realizados con el procedimiento policial ya instalado en todo el barrio.

Torres declaró que la sangre en la basura era de un corte que se había hecho su mujer.

Los otros dos detenidos son Franco Daniel Mancilla, hermano del presunto homicida, y Rodrigo Sebastián Machao, quienes residían en el mismo domicilio de Rosso 570 donde se recuperaron los elementos de la víctima.

Alegaron haber sido totalmente ajenos al hecho, pero se investiga si colaboraron en el descarte de elementos que se tiraron en una mochila a un contenedor, y que fueron recuperados como un cuchillo con sangre y el DNI de la víctima.

Finalmente la defensa de Franco Daniel Mancilla pidió su excarcelación y esta fue denegada.


Pericias para todas las dudas

Ante las versiones brindadas por estos sujetos, ahora la investigación busca confirmar situaciones con vecinos que procederán a brindar testimoniales, ruedas de reconocimiento y una batería de medidas de prueba solicitadas desde la fiscalía.

La fiscal en este sentido ya pidió pruebas de muestras epiteliales y de ADN en todos los elementos incautados, en las manchas de sangre, a fin de confirmar a quien pertenece la misma, y a partir de ello comenzar a encajar piezas de este rompecabezas en el que no se logrará explicar la saña homicida con que se actuó de manera irreparable.