La comisión organizadora del Automóvil Club brindó una conferencia de prensa en el autódromo Ciudad de Río Grande, donde también estuvieron presentes varios pilotos. Allí aseguraron que la seguridad “estuvo bien aceitada”, asegurando que se cumplieron todos los protocolos. Aducen que los accidentes fueron parte de cuestiones “que no se pueden prever”. Quedó claro que la decisión de suspender la segunda etapa se tomó en medio de muchas presiones, a pesar de haberse producido una muerte de por medio.

La conferencia de prensa la brindaron los responsables de la comisión del Automóvil Club, Silvio Oyarzo, Rubén Rumachella, Omar Cores, Víctor Garcés, y el encargado de seguridad Eduardo Mackenna, así como el director médico de la prueba el Dr. Jorge Carmassi.

Rumachella aclaró ante todo “la carrera no fue improvisada, la seguridad estaba bien aceitada, tuvimos reuniones con todas las instituciones de seguridad, todo funcionó a la perfección, lo que pasó fue una tragedia, pero nunca estuvo tan bien aceitada la carrera”, dijo.

Por su parte el encargado de la seguridad, Eduardo Mackenna, explicó sobre el trabajo realizado, “los tres vehículos cero pasaron y todos los sectores de la carrera estaban en condiciones de seguridad de poder hacerse, ubicación del público, los puestos médicos y de emergencia, así como los efectivos. Ahora entre el último vehículo cero y el primer vehículo en competencia hay una hora y media”, aclaró.

“Todo estaba en condiciones pero la gente se movió de lugares en una cuestión difícil de prever”, dijo, agregando respecto del caso fatal, “la persona que fallece iba con un grupo de tres personas más que iban a asistir a la gente del Tico, que fue el primer accidente, y ocurrió lo que ocurrió, todas las unidades de emergencia llegaron rápidamente a asistir”.

“Todos estamos muy consternados por lo que ocurrió, se ha mejorado mucho pero siempre hay por mejorar, muchísimo por hacer”, dijo, reiterando, “todo funcionó bien según lo planificado, la seguridad funcionó como estaba previsto, no se podía prever esto”, concluyó Mackenna.

Suspensión entre presiones
La versión sobre la suspensión de la segunda etapa de la carrera apuntó a dos factores distintos. El primero la seguridad, “necesitábamos tres horas como mínimo para dar la seguridad a la gente y los pilotos que se podía correr, necesitábamos ese tiempo para poner la estructura de seguridad prevista, lo que implicaba que iba a ver autos muy entrada la tarde, e iba a ser imposible que nadie llegara de noche, por eso el director de la prueba tomó la decisión de suspenderlo, mas allá de que no había mucho ánimo de seguir”, dijo Mackenna.

Luego Rumachella agregó, “no sabíamos con que cara que animo podíamos largar al otro día otra etapa y entiendo a ustedes que con la adrenalina la quería correr”, dijo, reconociendo luego “presiones de los pilotos”, y que “pudimos fallar en no tomar la decisión a tiempo”, dijo respecto de una suspensión que evidentemente tuvo mucha resistencia a pesar de que había una muerte de por medio.

“Había que estar en estos pantalones en ese momento”, graficó Rumachella, dirigiéndose a los presentes.

Los pílotos luego siguieron con consultas referidas a los tiempos y la entrega de premios que se realizará personalmente y sin ceremonia de por medio en una atinada decisión de la organización.