Desde el sindicato de la UTA, que nuclea a los trabajadores de la empresa a cargo del transporte público de Río Grande, se hizo público el malestar por “ataques constantes” al servicio. 

“Vemos un ataque constante a las 80 familias que dependemos del transporte público como único sustento y contra los 12 mil usuarios que utilizan día a día el colectivo”, señaló el secretario gremial de la UTA en la Patagonia, Juan Carlos Cuenca.

“Desde el sindicato estamos fuera de toda discusión política, pero tenemos preocupación por el ataque constante al servicio, a los trabajadores y en especial al usuario, quien es el principal perjudicado por estas especulaciones políticas”, expresó el secretario gremial de la UTA.

Tras las cuestionamientos vertidos por la edil María Eugenia Duré, durante una conferencia de prensa donde estuvo presente junto a los concejales Raúl von der Thusen y María Laura Colazo, poniendo en duda el subsidio que otorga el Municipio de Río Grande a la empresa a cargo del transporte público, Cuenca especificó: “El subsidio es igual a capacitaciones, mejor servicio, nuevos colectivos, mejores salarios y condiciones laborales para los trabajadores, pasajes más baratos para los usuarios, boletos gratuitos para jubilados, estudiantes y personas con discapacidad”.

“Como referente en la Patagonia hoy veo en Río Grande el mejor servicio de la región. Parece que lo que duele es una mejora sustancial en el transporte público, que en vez de ser un motivo de orgullo parece ser una molestia para quienes permitieron el pésimo servicio durante años”, dijo Cuenca.

“Ese subsidio no es a la empresa, es para que el boleto tenga un valor de 11 pesos siendo el más barato de la argentina, para que los trabajadores tengan mejores condiciones y para que los usuarios no vuelvan a sufrir el pésimo servicio que hubo durante 30 años”, indicó Cuenca.