La directora de la escuela N° 7 de Río Grande, Miriam Ojeda, explicó que en horas de la mañana del día viernes se encontraron con que los empleados que prestan el servicio de comedor, no iba a trabajar “por la no acreditación de haberes que, según ellos, estaba vencido”.

Esta decisión imposibilitó que los 70 chicos que asisten al comedor pudieran almorzar. Además muchas familias no comen en el lugar, sino que buscan viandas que luego son administradas en el hogar. La directora afirmó, en declaraciones a Radio Fueguina, que “hay familias que necesitan comer por lo que somos partidarios de que no se suspenda por nada”.

En el comedor del colegio trabajan cinco personas, de las cuales tres se adhirieron. De las dos que quedaron, una estaba de guardia y se fue a otro colegio y el otro se quedó en el lugar, pero ingresó hace dos días y está a prueba.

Ojeda detalló que, “cuando ingreso voy a la cocina, me encuentro con una sola persona, que entró antes de ayer, que aún están aprendido, pero estaba sirviendo el yogurt con cereales. La otra no se adhirió a la medida, pero se fue, porque quedarse era hacer la comida, por miedo y respeto a sus compañeros”.

Cuando se encontró con este panorama, “lo primero que se me ocurrió fue armar bolsas para que se llevaran para cocinar, pero tampoco se pudo hacer, porque era un boicot”, además que se exponía a un sinfín de denuncias. “Como directivo estoy en el medio, tengo impotencia”, dijo.

Por ultimo aclaró que los empleados que realizaron la medida de fuerza, dependen del gremio de ATE y que los docentes del turno mañana dieron clases normales. “Existe una muy buena predisposición del equipo docente de la mañana, todos colaboran para que los chicos tengan el servicio”. No sucedió lo mismo con los docentes el turno tarde, donde sólo 5 grados tuvieron actividades.