El Ministerio de Defensa desaconsejó la instalación de un radar de la empresa británica LeoLabs en Tierra del Fuego por considerar que representa una «vulneración de la seguridad nacional», y pidió la «cancelación y suspensión definitiva» de esa iniciativa.

En el informe se señaló que pese a que el «objeto de la instalación de la Estación AGSR que LeoLabs declara tener es del tipo comercial, dada las características de los sensores radar instalados es posible asegurar que también puede ofrecer información analizada para uso militar».

«Es altamente probable que los servicios que ofrece la empresa tengan un rol clave dentro del sistema de alerta temprana y monitoreo de actividades espaciales de otros países como el Reino Unido, ya que la Estación AGSR es capaz de obtener detectar y seguir objetos en órbita baja, cuyos datos se convierten en materia prima para la información que la empresa comercializa», amplió el documento.

Por su parte, se mencionó que el AGRS «tiene el potencial de ser utilizado para escucha e inteligencia de señales, incluso, cuando el radar se encuentra sin operar».

«Esta ubicación geográfica le otorga a la empresa un acceso privilegiado para la obtención de datos espaciales a nivel global, que son la materia prima para la elaboración de información espacial de uso comercial, pero también de inteligencia, con la posibilidad de ser utilizada por el sistema de inteligencia de los Estados Unidos y, eventualmente, ser diseminada al Reino Unido», remarcó el documento.

Sobre la autorización de la instalación del radar, se reiteró que esa iniciativa «se dispuso sin que se haya consultado de manera previa al Ministerio de Defensa, ni a la Cancillería Argentina», y se alertó que «no existe ningún convenio firmado por nuestro país que le otorgue un marco al alcance de su uso».

En cuanto a la capacidad de auditar el uso de la Estación AGSR, se señaló que por el tipo de diseño del radar «es casi imposible para cualquier experto poder asegurar que no esté procesando señales recibidas por fuera de las transmitidas por el mismo radar», y se advirtió que el «seguimiento de la información transmitida fuera del territorio nacional también se hace imposible».