La variante H3N2 subclado K de la gripe estacional generó un inusual aumento de casos en el hemisferio norte y obligó a varios países a reforzar sus estrategias sanitarias a raíz de una presión en hospitales y clínicas. Los ingresos hospitalarios en el Reino Unido crecieron 56% interanual en las últimas semanas y recomiendan aislarse en caso de síntomas.
Datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que la actividad gripal comenzó entre 3 y 6 semanas antes de lo habitual. El cambio temporal modificó por completo las previsiones epidemiológicas de las agencias sanitarias de las instituciones privadas y públicas.
En Estados Unidos, Alemania, España, Reino Unido, Canadá, Italia y Japón coinciden en advertir que el avance de la variante está elevando las tasas de positividad y empujando al límite la disponibilidad de camas, especialmente en pediatría y geriatría.
En España, por caso, los reportes del Instituto de Salud Carlos III muestran un salto significativo en la incidencia. Las cifras multiplican por diez los registros de la misma época del año pasado.
Escenarios similares se observan en centros de salud de países como Alemania y Reino Unido, donde equipos médicos ya activaron refuerzos extraordinarios.
La creciente presión sobre el sistema sanitario obligó a hospitales de Francia, Canadá, Italia y Estados Unidos a reorganizar guardias, habilitar sectores específicos para pacientes con síntomas respiratorios y a recomendar el uso de mascarilla en centros de salud.
En Japón y Reino Unido promueven también el aislamiento domiciliario ante cualquier signo gripal, sobre todo en menores.
