Los datos se desprenden de la labor realizada por las áreas de tránsito de los municipios, quienes todos los fines de semana realizan controles. A pesar que en ambas ciudades hubo problemas graves ocasionados por personas que manejaban con una alta graduación de alcohol en sangre, hasta el momento no lograron consensuar una normativa más rigurosa.

En el caso de Ushuaia  se controlaron  78  vehículos, de los cuales se incautaron 18 y se labraron 30 infracciones. Entre esas,  14 fueron por alcoholemias positivas.

En Río Grande se secuestraron 31 vehículos, de los cuales 13 fueron por alcoholemias positivas, 6 por no tener sin licencia de conducir, 6 no poseían el comprobante del seguro, 5 vehículos que estaban estacionados en lugares prohibidos  y 1 por cruzar la luz del semáforo en rojo.