El puente que comunica la margen sur con el resto de la ciudad de Río Grande este año fue lamentable escenario de casi un centenar de intervenciones por casos de intento de suicidio y otros inconvenientes con personas que concurren al lugar en circunstancias emocionales extremas.
Ante ello desde un grupo de iglesias evangélicas de la margen sur decidieron continuar una serie de trabajos de oración sobre el mismo, los primeros sábados de cada mes, confirmando que este primer sábado de enero volverán a concurrir al mismo.
Más allá de esta tarea espiritual, en la semana decidieron trabajar en la colocación de carteles con distintas leyendas disuasivas para aquellas personas que se acercan a la baranda del puente como una solución a sus problemas, marcando uno de los organizadores de esta campaña, “siempre hay otra salida”.