Ya pasó un año desde que los trabajadores de Textil Río Grande volvieron a sus puestos de trabajo, pero antes de eso tuvieron que vivir meses de una larga lucha que se llevó adelante en las puertas de la fábrica y en las calles con movilizaciones que involucraron el acompañamiento de varios sectores de la población.
Quien recordó todo lo vivido fue Walter Hernández, delegado de esta fábrica y explicó «hoy se cumple año de la larga lucha que tuvimos, gracias a Dios fuimos más de ochenta familias las que salvamos nuestros puestos de trabajo. Estoy muy orgulloso de lo que hicimos y logramos con todo lo que pasamos».
«No teníamos idea de lo que iba a pasar con nosotros, habíamos recibido la noticia que la empresa se iba de Tierra del Fuego y teníamos mucha presión porque no sabíamos que iba a ser de nuestro futuro. Fueron momentos muy difíciles a lo que sumamos también la muerte de Tatti en plena manifestación», afirmó en diálogo con Radio Fueguina.
Asimismo, agregó «nosotros en ese momento no sabíamos para donde ir porque nunca habíamos tenido un conflicto como este, fuimos aprendiendo sobre la marcha y nos sentimos desamparados por un gremio que no nos apoyó como corresponde. Como cuerpo de delegados llevamos la lucha adelante junto a los trabajadores».
Respecto a Tatti Carbonelli, su compañero fallecido tras una manifestación aseguró que «siempre está en los pensamientos y va a quedar por siempre el legado que dejó de unión y fuerza. Fue el motivo principal por el cual ganamos esta lucha».
Por otro lado, actualmente confirmó que «los ánimos cambiaron en su totalidad, la situación se regularizó casi por completo, si bien falta materia prima como en muchas fábricas con el correr de los días llegará para poder seguir con la producción».
Para concluir, dejó un mensaje para aquellos que están luchando en el día de hoy en una situación similar a la de ellos diciendo que «no bajen los brazos porque habrá alguno bueno, hay que seguir unidos porque es el único camino».