La tortuosa investigación estableció finalmente que la joven fueguina y estudiante de periodismo, Marianela Rago, fue asesinada de 23 puñaladas y degollada entre la tarde del domingo 27 y primeras horas del lunes 28 de junio del 2010, en el living del departamento del 7°A, de la calle Tucumán al 2080 en el barrio porteño de Balvanera.

La investigación inicialmente apuntó a quien ya era su ex novio, pero con quien se seguía frecuentando, el también riograndense Francisco Amador, a quien la familia y allegados de la víctima apuntaron a partir de antecedentes de violencia en el pasado contra la misma. 

La causa tuvo numerosos vaivenes, sospechosos, pero siempre volviendo reiteradamente sobre la figura de Amador, hijo del filicida Sergio Amador López, condenado a perpetua en nuestra ciudad hace casi dos décadas por el homicidio a golpes de otro de sus hijos, bebé de pocos meses de vida.

A días de cumplirse  una década de este crimen, la agencia de noticias Telam confirmó hoy que finalmente Amador, tras ser procesado por el crimen por quinta vez hace dos años, finalmente deberá enfrentar un proceso oral y público, en el marco del Tribunal Oral en lo Criminal 29 de Capital Federal, integrado por los jueces Rodolfo Goerner, Juan María Ramos Padilla y María Cecilia Maiza.


“Este año el TOC 29 debía proveer la prueba propuesta por las partes y fijar una fecha de debate, pero todo quedó demorado a raíz de la parálisis judicial por la pandemia del coronavirus”, informó Telam.

El juicio curiosamente solo tendrá como imputación el “homicidio simple”, con escala penal prevista de 8 a 25 años de prisión, ya que al momento del hecho no estaba legislada la figura del “femicidio” y el imputado tiene ese privilegio de ser juzgado bajo la ley más benigna.

 

La acusación estará a cargo del fiscal general Sandro Abraldes -uno de los que en 2015 logró la prisión perpetua del portero Jorge Mangeri por el femicidio de Ángeles Rawson-, quien ya actuó en la causa en las apelaciones ante la Cámara de Crimen.

Las principales pruebas en contra de Amador son los antecedentes de violencia y maltrato que hubo en la pareja, y otras sospechas indiciarias como ropa lavada en la casa del imputado de la cual no pudo extraerse ADN alguno y una coartada sobre la que las acusaciones plantearon dudas.

Sin dudas un juicio difícil que además tendrá a la madre de Marianela, Patricia Zapata, siendo representada como querellante por la abogada Verónica Cicchi, mientras que el acusado Amador será defendido por el ex camarista del Poder Judicial fueguino, el abogado Luis Felipe Ricca.