Los supermercados de la ciudad no presentan en sus góndolas este producto, de la mano de la alta demanda que primer terminó con bolsas de 25 kilos para limpiar la nieve, y luego siguió por los paquetes pequeños de consumo familiar.

La obligación de despejar las veredas de hielo y nieve, sumando la inclemencia climática, hizo que los vecinos agotaran la sal gruesa en todas sus modalidades en los supermercados locales.

En las góndolas por lo contrario puede verse la diferente demanda respecto de la sal fina, única que puede conseguirse por estas horas aunque cuya prestación no es la misma al momento de tratar de despegar el hielo de una vereda.