En las primeras horas de la mañana de ese sábado 5 de agosto del año 2006, la pequeña de 3 años era llevada a la guardia del hospital en estado desesperante a causa de brutales golpes que había sufrido.

La noche previa y en gran parte de aquella madrugada se desnudaron varios aspectos íntimos entre dos familias que por esas horas compartieron una fiesta de cumpleaños, a la que había asistido la menor junto a su mamá, y la pareja de la misma, el único imputado que tuvo todo el proceso; Lucas Gómez.

Esa madrugada la madre Rosalía Varela viajó a Ushuaia motivo de sus estudios y la menor retornó –ya dormida- a la casa de su tía junto a sus primos, donde al momento de acostarla dieron cuenta de su respiración agitada y marcas en el cuerpo.

Tras los primeros años de investigación finalmente en 2009 se ordenó la detención de Lucas Gómez, quien allí pasó el único año en prisión, debiendo ser excarcelado para finalmente en 2010 tener su primer juicio.

Aquel extenso proceso mostró diversas aristas familiares complejas, dentro de las cuales hubo dos elementos que inicialmente no estaban; dichos de la madre de la menor sobre detectar posible huellas de maltrato a la menor cuando la bañaba o peinaba, sin poder identificarlas como tales a su debido momento; y luego el testimonio de otra prima que dio cuenta de presenciar una situación de maltrato de parte de Lucas hacia la menor en una reunión familiar anterior.

La defensa desvirtuó ese testimonio a partir de una relación sentimental oculta que esa joven habría mantenido con el mismo imputado, en una de tantas internas familiares que quedaron al descubierto en el proceso.

Los elementos no alcanzaron a convencer al tribunal que dictó la absolución de Gómez, pasando la causa al Superior Tribunal de Justicia que ordenó un nuevo juicio. Ese segundo proceso se realizó en 2014, como si el proceso de 2010 no hubiera existido. La recreación de todo, con más detallismo en los aspectos médicos, tuvo un resultado similar. Gómez fue sobreseído nuevamente, aunque esta vez con el voto en disidencia de un juez.

La condena que aún no se cumple

Finalmente en 2017 la casación a la absolución en el segundo juicio también fue revertida desde el Superior Tribunal de Justicia, en otra nueva conformación; pero esta vez con una resolución poco común, en la que fueron más allá y condenaron directamente a Gómez, ordenando al mismo tribunal que se conformara nuevamente a fin de disponer el monto de pena.

Ese monto dispuesto fue de 15 años de prisión para Lucas Gómez y finalmente su defensa fue en un recurso extraordinario ante la Corte Suprema de la Nación, donde la causa lleva más de 3 años esperando una resolución definitiva, mientras el principal imputado continúa en libertad.

Hoy la pequeña Agustina tendría 18 años de vida, pero la muerte interrumpió su curso natural a los 3 años. Impera la necesidad de una respuesta definitiva a tanto dolor.