El vicegobernador, Juan Carlos Arcando, recordó la vigencia de la ley que establece al 2 de Abril como Feriado Provincial. Criticó que “lo que a primera vista pareciera ser un acto reivindicativo, a poco de analizar, se advierten incongruencias que resultan inadmisibles”.

“No sé bajo qué intereses se ha generado un debate absolutamente innecesario, en cuanto al feriado del 2 de abril, que incluso ha motivado que las intendencias de Ushuaia y Río Grande hayan emitido un decreto que declara la inmovilidad del feriado.  Pero lo que a primera vista pareciera ser un acto reivindicativo de nuestros derechos soberanos sobre las Islas; y de los Veteranos y los Caídos en la Guerra de Malvinas, a poco de analizar, se advierten incongruencias que resultan inadmisibles por las siguientes razones:

La primera de ellas es que Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur ya dispone mediante LEY 362 que el 2 de abril es feriado provincial, norma que ha sido operativa desde la fecha de su sanción, allá por el año 97 y, que bien cabe señalar que ésta fue una iniciativa del Partido Justicialista, legislador (MC) Guillermo Lindl, luego aprobada por unanimidad.

La segunda cuestión, es que más allá del evidente desconocimiento de una normativa que determina sobre el feriado, injustificable al menos para quienes deberían prestar atención a estos temas de especial relevancia, el hecho es que al desconocer la ley, por ignorancia o temeridad, no se está haciendo otra cosa que poner  en tela de juicio nuestra autonomía como provincia que oportunamente resolvió, en el marco de sus atribuciones, declarar el 2 de abril como feriado provincial, independientemente de cualquier otra decisión que otro nivel estadual tome al respecto.

Por ello invito a los intendentes de Ushuaia y Río Grande acogerse a la Ley Provincial N° 362, vigente desde el año 1997.

En ese entonces el Legislador (MC), Guillermo Lindl, propuso a la Cámara el proyecto, asunto 093/97, que se convirtiera posteriormente en Ley, sostuvo: “Durante el conflicto bélico de 1982, toda una generación de argentinos, participaron en la recuperación transitoria de nuestras Islas Malvinas Georgias y Sándwich del Sur.

Independientemente de la decisión política, de la conducción estratégica de las operaciones militares y del resultado de la batalla austral, miles de soldados conscriptos oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas y de Seguridad, así como civiles en carácter de voluntarios, cumplieron el mandato constitucional de armarse en defensa de la Patria.

Por encima de los conflictos internos, que tanto derramamiento de sangre y dolor costaran a la República Argentina, por primera vez en el presente siglo, las armas nacionales enfrentaron a un enemigo externo, por una causa que venía desde el principio de nuestra historia como Nación”.

En este sentido, el proyecto que luego se convirtió en ley de la Provincia, apuntaba a que mediante ese instrumento “se permita a la población de nuestra Provincia, volcarse a la calle y recordar a sus héroes, la única manera de lograrlo es a través de esta Ley, declarando feriado provincial con las mismas prescripciones que un feriado nacional”.