Se trata del cabaret que funcionó históricamente en la calle Don Bosco de Río Grande hasta el año 2013 en que fue allanado por la entonces nueva ley de trata de personas, siendo el primer caso de su tipo en la ciudad.

Seis años después el proceso concluyó con un veredicto de parte del Tribunal Oral Federal de la ciudad de Ushuaia de 4 años de prisión para Elvira Centurion y Jorge Scienza como co autores del delito de “trata de personas” sobre dos víctimas.

Asimismo su hijo Diego Escalante, y Aurelia Mariana Acosta conocida como “Gilda”, quien trabajaba en el local, fueron absueltos.

El propietario del inmueble Carlos Longiarú se encuentra prófugo tras pedir permiso para un viaje a Bahía Blanca, por lo que pesa un pedido de captura en su contra, por lo que será juzgado oportunamente.

El 26 de noviembre se conocerán los fundamentos de la sentencia y los condenados hasta que no quede firme la sentencia, podrán continuar en libertad.