De los ingresantes 15 son varones y 29 mujeres, quienes iniciarán un trayecto académico de aproximadamente nueve meses en el Instituto Superior de Ciencias Penitenciarias. La propuesta formativa busca dotar a los futuros agentes no solo de conocimientos técnicos y normativos, sino también de herramientas fundamentales para el acompañamiento humano en contextos de encierro.

La Adjutor Principal Sonia Muñoz, actual directora del Instituto, destacó la importancia de una formación que combine rigor académico con valores humanos. “El agente penitenciario debe estar preparado para enfrentar distintas situaciones dentro del contexto de encierro, que muchas veces demandan equilibrio emocional y capacidad de acompañamiento. Por eso trabajamos para formar personal con un perfil académico, pero también humano, que sepa tratar con respeto y contención a las personas privadas de la libertad”, expresó.

Muñoz subrayó también el crecimiento del Instituto creado hace apenas un año y medio, y que ya cuenta con tres promociones en marcha. Asimismo, destacó el notable interés por parte de mujeres que desean incorporarse a la fuerza, lo que evidencia una transformación cultural en la percepción de los roles dentro del ámbito de la seguridad.