Luego de la declaración de Juan Sánchez Alberione, único imputado en el crimen de Nelson Fabián González, fue el turno de sentarse en el banquillo de Luis Miguel López Villarroel quien fuera sobreseído de esta causa por falta de merito.
En su declaración señaló que la noche del homicidio iban a comer en su casa con Sánchez Alberione, pero este mantuvo una discusión telefónica con Nelson González, por lo que fueron en remis hasta la pensión y compraron más alcohol ya que habían estado bebiendo. En este sentido señaló que el imputado a esa altura se encontraba alcoholizado.
Al llegar a la pensión aseguró que la víctima estaba desnuda con una toalla recostado mirando televisión y comenzó la discusión.
Sánchez agredió a González, que siempre lo increpaba, ya que había discusiones reiteradas respecto a los gastos del alquiler dado que la víctima ya no trabajaba.
Asimismo indicó que continuaron en la habitación tomando, pero Sánchez impedía que le convidara a González. En un momento determinado las agresiones siguieron, se retiró de la habitación para llamar a la hija del imputado y al volver se encontró con una mancha de sangre en el suelo por lo que decidió irse.
Cuando se retiró dejó en claro que vio a González de pie con un toallón en su cintura, pero si confirmó que en el lugar había un cuchillo con funda de cuero que el utilizó para abrir una caja de vino.
«El (Sánchez Alberione) lo quería echar de la casa por que Fabián (González) no ponía plata para los gastos», sentenció.
