Desde este lunes, la histórica receta manuscrita empieza a ser parte del pasado en los consultorios médicos argentinos. A partir de la Resolución 2214/2025 del Ministerio de Salud, se oficializó la implementación obligatoria de la receta electrónica para cualquier tipo de prescripción médica, más allá de los medicamentos.
Esto incluye prácticas, estudios, procedimientos y dispositivos, con el objetivo de unificar y modernizar el sistema sanitario nacional. La medida da un paso más en el camino iniciado el 1° de enero, cuando se estableció la obligatoriedad de la receta digital para los medicamentos.
Ahora se amplía a todo tipo de indicaciones, que deberán cargarse en plataformas validadas por el Registro Nacional de Plataformas Digitales de Salud (ReNaPDiS). Según informaron desde el Ministerio, esto garantiza un circuito interoperable, seguro y trazable a nivel nacional, sin importar la cobertura médica del paciente.
Uno de los aspectos clave de la normativa es la identificación segura tanto del paciente como de cada receta emitida. El sistema utilizará el CUIL del paciente como identificador principal y asignará una Clave Única de Identificación de Receta (CUIR) a cada prescripción. Este recurso asegura una trazabilidad más precisa y evita duplicaciones o alteraciones en los registros.