El Gobierno descongelará desde este jueves un impuesto que tiene incidencia en el precio de la nafta y el gasoil, por lo que habrá un nuevo aumento en los surtidores a partir del primero de febrero. Los tributos son el que se cobra al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC), que se encuentran pisados desde julio de 2021.

Mientras tanto, las petroleras analizan en estas horas la magnitud de los incrementos para los próximos meses, basados en otras tres variables: la devaluación del tipo de cambio oficial, el precio del barril Brent y el precio de paridad de importación (es decir, que el valor sea similar al precio de importación del crudo). Estos cambios, en conjunto, implicarán un aumento en el precio de estos bienes desde el 1ro de febrero, que rondará entre el 7 y el 10 por ciento según los cálculos que manejan en despachos oficiales y el sector privado.

En detalle, los impuestos al combustible tienen un mecanismo de actualización basado en la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec del trimestre previo en línea con lo que prevé la normativa vigente desde 2018. Desde mediados de 2021 que se prorrogan ininterrumpidamente y el último congelamiento vence este jueves.