El Tribunal de Juicio dio por cerrada la etapa de testimoniales en el juicio oral y público al cabo de la Policía Provincial, quien termina complicado por algunas testimoniales y los peritos que concluyeron que la denunciante dentro de sus inconsistencias, no fabula.

El proceso intenta dilucidar lo ocurrido el año pasado en los pasillos y uno de los baños del Hospital Regional Río Grande, donde habrían tenido lugar dos episodios de abuso sexual contra una joven hipoacúsica, mientras el uniformado cumplía servicio de guardia en el lugar.

A su declaración de “sexo consentido” se produjo la proyección de la testimonial de la joven y su entorno, respecto de la afectación posterior.

El tribunal sumó dos testigos presenciales de  los pasillos del hospital; un vigilador de dudosa credibilidad dada la ambigüedad de su testimonio y que finalmente no reconoció al efectivo policial, cuando su presencia en el lugar ya está confirmada por los registros de guardia y las cámaras de seguridad; y el del kiosquero del nosocomio que observó a la joven salir corriendo y al efectivo policial por detrás.

Finalmente en la última jornada de testimoniales declararon los peritos psicólogos y psiquiátricos del Poder Judicial, quienes fueron contundentes el señalar que al análisis de sus dichos y formas, la denunciante no miente.

El Tribunal de Juicio dispuso un cuarto intermedio hasta el miércoles en que las partes; el fiscal Jorge López Oribe y el abogado Francisco Giménez, tendrán la oportunidad de alegar.