Hoy se registró un grave inconveniente en el servicio de salud pública de la ciudad de Río Grande, que por más de medio día estuvo con el servicio de ambulancias del hospital desactivado.

Por la mañana no fue asistido a un domicilio particular un hombre de 80 años con una infección urinaria, y luego en horas de la tarde no hubo asistencia a una emergencia con una mujer que se cayó en la vía pública en el barrio Intevu, la cual tras 45 minutos de espera tuvo que ser asistida por una ambulancia de un servicio de salud privado.

La razón de este grave inconveniente en el hospital fue la negativa del servicio de choferes de salir a cubrir emergencias ante la falta de respuestas a los requerimientos mecánicos para diversas ambulancias, las cuales a la mañana de hoy quedaron todas con la revisión técnica obligatoria (RTO) vencida.

Ante la responsabilidad civil que pudiera generarles en caso de un accidente, los choferes comunicaron al servicio de emergencias la no prestación del servicio de ambulancias, en disconformidad a la burocracia administrativa interna del hospital que desde antes de la pandemia no responde a distintos expedientes con diversas solicitudes de repuestos para las unidades.

“Ya estuvimos operando al límite a lo largo de toda la pandemia, pero en todo este tiempo no hubo plata para las RTO y los repuestos necesarios por los que sabemos varias de las ambulancias no van a pasar esa revisión”, confesó uno de los choferes.

Ante tal situación finalmente hace una hora se llevaron adelante actuaciones administrativas con la premura que no hubo todo este tiempo por parte de las autoridades hospitalarias, y recién se pudo poner en servicio una ambulancia, igualmente insuficiente para una cobertura óptima del servicio de emergencia.

Afortunadamente no se produjeron accidentes graves en el transcurso del día en la ciudad.