Miguel Pascual Marco, un español radicado en el Reino Unido, aseguró estar “muy preocupado” por la situación de las tres hijas que tuvo con la activista feminista Alika Kinán (foto). Además dijo que se contactó con integrantes de la Comisaría de Minoridad y Familia de la Policía de Tierra del Fuego, para solicitar que intervinieran “en el resguardo de las niñas”.

Pascual Marco le dijo al diario Prensa de Ushuaia que “me siento atado de pies y manos para ayudar a mis hijas, a las que sé que mi ex mujer está usando en su movimiento de ayuda a las víctimas de trata de blancas y a mujeres golpeadas”. Además aseguró que “ella viene mintiendo sobre mí diciendo que yo la golpeaba cuando eso nunca ocurrió”.

“Para que no me molestara yo nunca salí a decir nada hasta hoy, en que conté con elementos suficientes para presumir que esto se le fue de las manos y que metió a mis hijas en todo este asunto. Ante esto no puedo quedarme cruzado de brazos”.

Consultado por qué razón recurría a los medios de comunicación para plantear sus temores, Miguel Pascual Marco respondió que es “para asegurarme que se tenga en cuenta mi reclamo, dado que estoy muy lejos y sinceramente no cuento con los recursos para viajar hasta allí. Además porque hablé telefónicamente con mi ex esposa y ella me niega todo”.

Sobre la tenencia de las menores, dijo que “la tiene mi ex mujer y su nuevo marido, con quien también se casó, así como lo hizo conmigo. Yo estaba tranquilo porque pensaba que él las cuidaba como a sus propias hijas pero ahora creo que no es así”.

Además consideró que “la actividad que realiza Alika le genera dinero, por eso no duda en involucrarlas en su propio beneficio”.

“Viví con Alika y las niñas en Barcelona, luego en el año 2008 nos fuimos a vivir a Córdoba. Cuando nos separamos en el año 2010 y me fui a vivir a España nuevamente, continué varios años enviándole dinero y aunque con ella estábamos mal porque nunca tuvimos una buena relación, siempre estaba en contacto con las chicas. Al enterarme que estaba ejerciendo la prostitución, suspendí el envío de dinero hasta que en abril de 2015 mandé unos 2 mil 300 dólares para que mi hija mayor viniera a visitarme a Reino Unido y recibí como respuesta que muchas gracias y que se iba a ir de shopping. Desde ese día nunca más supe de ellas. Yo entiendo que han crecido escuchando solo la versión de la madre y nunca escucharon la mía porque yo siempre estuve lejos. La tienen en un pedestal y a mí como el hombre que las ha abandonado. Traté de hacer entender que las cosas no son así, blanco o negro, pero no he podido”.

El mismo medio confirma que ayer, personal policial de la provincia, labró actuaciones en base a una comunicación con Miguel Pascual Marco, por la presunta comisión de un delito enmarcado bajo la Ley 25087. En horas de la tarde los oficios fueron remitidos a la órbita de la Fiscalía Federal a cargo del Dr. Fernando Pedro Rota, para que a su criterio pasen a integrar las fojas del expediente principal que se sustancia en ese Juzgado, cuyo titular es el juez Federico Calvete.

“Aunque yo crea que ella no ha sido nunca una buena mujer tengo que aceptar que hasta el día de hoy jamás me había dado motivo para decir ni una sola palabra en contra de ella como figura materna. Siempre ha protegido a las niñas. Pero como dije eso fue hasta hoy. Como ya es sabido ella fue prostituta en Ushuaia, en el cabaret Black and White y en el Sheik. Por eso está haciendo reclamos con abogados porque dice haber sido víctima de explotación sexual por parte de los dueños de esos establecimientos y víctima también de mí, a quien aunque jamás le puse una mano encima, no se cansa de acusarme injustamente de golpeador”, añadió.

Para el hombre “lo cierto es que ella fue buena madre hasta ahora, en que he contado con elementos concretos que me permiten sostener que las chicas están en riesgo psicológico y físico”.

Finalmente señaló que “apelo a la sensibilidad de los integrantes del Poder Judicial para que verifiquen el estado en que se encuentran las niñas. Mi ex me dijo que tal vez los dueños de El Sheik puedan estar intentando influir de algún modo para perjudicarla, pero la verdad es que no lo sé. Yo solo tengo claro que si en el futuro las cosas continúan así voy a buscar la manera de traerme a las chicas aquí porque claramente no están viviendo la vida que merecen tener”.