La ex gobernadora afirmó que su antecesor en el cargo intercedió a favor del empresario santacruceño para lograr la concesión del área hidrocarburífera CA12 en 2007. La empresa Epsur SA, propiedad de Báez, había presentado una oferta por iniciativa privada, para quedarse con la explotación del área mencionada, ubicada en el centro geográfico de la isla.

“Después de que nosotros habíamos ganado la elección, Cóccaro firma un decreto adjudicando el área hidrocarburífera a Epsur, usando una figura, como la iniciativa privada, que es de la obra pública, no de la actividad petrolera, porque las concesiones de ese tipo están regidas por la ley de hidrocarburos”, contó Ríos en dialogo con Télam.

También agregó que ella tuvo que presentarse ante la Fiscalía de Estado de la provincia, para solicitar la anulación del acto de concesión, algo que no fue necesario porque Cóccaro la llamó por teléfono para comunicarle que Báez había desistido de la oferta y que se retiraba del negocio.

“Cóccaro me llama y me dice: lo que vos tenés que saber es que Epsur es de Lázaro Báez. Yo lo conozco, es un empresario amigo del presidente”, recordó Ríos que Cóccaro le dijo en aquella conversación.

La ex gobernadora fueguina señaló, incluso, que le pareció que Cóccaro actuaba “como una especie de gestor de Báez”, y que ella le contestó que “no importa de quién es la empresa, sino que no se le puede adjudicar por un mecanismo inadecuado”.

El área CA12 fue licitada después por la gestión de Ríos, aunque el proceso fue declarado desierto porque no conformaron las ofertas de las empresas Roch e YPF.

Por otra parte, Ríos calificó como “un garrón” haber volado “dos veces” en aviones de la empresa Top Air, propiedad de Báez.

Explicó que la empresa usaba un hangar del Aeropuerto de Ushuaia y que ofrecieron hacer vuelos para la provincia a cambio del combustible JP1 que usan los aviones.

“Era muy difícil explicarle al gobierno nacional cuando llamaban a la tarde para que estuviéramos a la mañana siguiente en Buenos Aires, y ya había partido el último vuelo de línea. Subí dos veces al avión. Y poco después de la segunda apareció el informe periodístico sobre el movimiento de dinero y las sospechas sobre Báez”, relató Ríos.

A partir de ese momento, recordó que se comunicó con su ministro de Gobierno y le pidió explicaciones, ya que “no sabía que estaba volando en una empresa de Lázaro”.

“Le dije a mi ministro que no me explique más nada, que se presentara al juez a dar explicaciones y que sacara ese avión del hangar de Ushuaia. Fue así, debut y despedida”, resumió la ex mandataria.

Fuente: Télam