Hace días ya estaba declarada la muerte cerebral de Adrián Alejandro Vargas, el hombre de 31 años que el domingo por la mañana sufrió un accidente al ser atropellado sobre la avenida Belgrano.

Vargas circulaba de a pie sobre Belgrano al 1300 y había bebido, por lo que según la conductora del automóvil, el cruce fue “imprevisto” luego de estar detenido al lado de la calzada.

Allí el rodado Ford Fiesta que era conducido por Emilia Gutierrez de 31 años, una efectivo policial que se dirigía a tomar guardia en la comisaría de Género y Familia, lo impactó violentamente.

La cabeza de Vargas dio muy fuerte contra el parabrisas del rodado, quedando tendido ya inerte sobre el asfalto, señalando los médicos que la conmoción cerebral fue tal que le desprendió parte de ese órgano vital.

La muerte cerebral ya había sido declarada el domingo y solamente se extendió su período de internación a la espera del arribo de su madre a la provincia, para acompañarlo en sus últimos minutos de vida.

Finalmente, y ante el cuadro irreversible, se verificó que Vargas era “donante voluntario” lo que había dejado plasmado expresamente, por lo que se dio intervención al Incucai con el solidario consentimiento de la familia en medio de semejante dolor.

Derivación judicial

A partir del deceso de esta persona, ahora continuará una causa judicial por “homicidio culposo o accidental” en la que se evaluará si hubo responsabilidad punible en la acción de la conductora que protagonizó esta fatalidad.

Judicialmente el automóvil está secuestrado y la mujer notificada de derechos en el marco de la causa en la que la familia de la víctima intervendría como querellante a fin de tener acceso a la misma.