El próximo 18  septiembre habrá elecciones de delegados en diversos sectores de la ciudad para definir la mesa conductora de la Cooperativa Eléctrica de la ciudad que desde su creación  ha tenido administración peronista. Un frente político opositor, enfrentado con el “bertonismo”, formado por partidos como el MPF, FORJA y sectores internos de la UCR y del PJ, se mete de lleno en la elección.

Con un presupuesto, incluso mayor que el de la municipalidad de la ciudad, la Cooperativa Eléctrica ha sido administrada desde su génesis por referentes ligados directamente al Partido Justicialista, incluso de sus filas han surgido innumerables referentes convertidos luego en autoridades electas.

El próximo 18 de septiembre se producirá una nueva elección  de delegados en los seis sectores en que es dividida la ciudad, quienes tendrán a su cargo, luego, de elegir a quienes conforman la mesa directiva de la proveedora de energía eléctrica en la ciudad.

Ahora, un frente político opositor se ha formado para buscar desbancar y terminar con esa hegemonía, pero que escribe otra página en la disputa de espacios políticos que deberá enfrentar el Gobierno provincial.

Ya que por un lado la conducción actual de la Cooperativa es muy cercana al sector político del “bertonismo” y enfrente están sectores como el Movimiento Popular Fueguino, principal opositor del Gobierno en la Legislatura, FORJA que lidera Gustavo Melella e incluso sectores internos del Radicalismo, algunos quienes buscan quedarse con el partido y enfrentado con el sector radical afín al Ejecutivo provincial y del Justicialismo disidente, que intentan quedarse con el Partido en una disputa con el sector de Rosana Bertone.

Aunque en la agenda opositora también existen temas como la suba de la tarifa de luz en la ciudad, a pesar de haberse frenado el tarifazo del gas, y el alto costo en sueldos que hoy registra la proveedora de energía.

Esta situación pone a la elección de delegados para la Cooperativa en la vidriera política, a diferencia de otros años cuando este proceso no despertaba casi interés de sector político alguno e incluso en el seno de la sociedad riograndense.