Una intensa jornada en lo procesal y lo emotivo, vivió el Tribunal de Juicio Oral con la comparencia de Ariel y Carolina, los padres del bebé fallecido en labores de parto en el hecho de 2015 en la clínica Cemep, por el cual hay dos profesionales imputados de “homicidio culposo”.

Es la continuidad del juicio a la ginecóloga Valeria Pastori y el obstetra Rodofo Guido Pérez por el cual Carolina relató con detalle como ingresó ese día a la clínica y la colocación de una pastilla y medicación para inducir al parto señalando que esa mañana “se puso la panza dura” pero que a esto “se hacían controles poniéndome la mano en la panza”.


“Cerca de las 16.15 vuelvo del baño y Rodolfo –el imputado Pérez- me hace un monitoreo lo veo preocupado y ya no se escuchaba el latido del bebé», dijo poniéndose a llorar.

Allí continuó relatando con emotividad los momentos previos y posteriores al parto del niño que falleció antes de nacer y finalmente aclaró que ella sabía que iba a una inducción del parto, aunque no le fue detallado el proceso.

A continuación declaró Ariel Gustavo Murgia, padre del bebé y querellante en la causa, quien atestiguó que en un control del mediodía el obstetra Pérez le dijo de la baja de la frecuencia cardíaca “pero que no era para preocuparse”, por lo que conservó la calma.

Luego testificó en el mismo sentido de su pareja que “pasadas las 16 horas vuelve Pérez la conecta al monitor fetal y se pone nervioso, nosotros no escuchamos latidos”, y allí se debe precipitar una cesárea con el resultado fatal del nacimiento sin vida-.


En la parte mas fuerte del relato aseguró que confrontó a Pastori, respondiendo que la imputada le dijo, “no se que pasó Gustavo (segundo nombre del testigo), no soy Dios. Se fue y me quedé ahí y me entregaron mi bebé, lo tuve un rato y luego De Bello –propietario de la clínica- me acompañó a hacer la denuncia”, expresó quebrándose.

En ese sentido el padre del bebé aportó, “como ningún médico conocido quiso ayudarme recurrí a varias guías médicas que dicen que Carolina no era apta para un parto inducido. No es algo exento de riesgo”. Con otro médico consultó sobre lo desaconsejable de la medicación suministrada a la paciente.

“Las guías no recomiendan parto inducido para bebés grandes, en la pericia pesaba 4,100 kilos”, dijo, señalando que todas las consultas previas no tenían el diagnóstico de un bebé grande.

El padre inició una investigación propia

Acto seguido desde la defensa interpelaron al testigo Murgia respecto de distintas medidas que llevó adelante por su cuenta, con la posibilidad que le brindaba ser el contador de la clínica.

De esa forma pidió el registro de las cámaras de seguridad y dijo que “después del mediodía que había visitas registradas en la historia clínica que no aparecen en video”, aportando dichos elementos a la causa. La defensa cuestionó que ese aporte recién lo hizo en febrero y no en diciembre cuando testificó, teniendo esas imágenes en su poder.

Otro aporte que hizo fue documentación interna como la historia clínica que da cuenta de que “se había utilizado Misoprostol en dosis altísima, y el consumo de 22 ampollas de oxitocina”. “Solo 8 ampollas aparecen en el parte de enfermería. La pericia de la Corte da cuenta de esto de forma inequívoca”, agregó respecto de esa última medicación que los imputados niegan haber suministrado previo al parto.

Desde la defensa sostienen que esa medicación fue suministrada al final del parto a la paciente.

Finalmente la defensa confrontó al testigo y querellante Murgia respecto de una inscripción que aparece en la historia clínica aportada por esa parte, la cual no aparece en la historia clínica que incautó la Policía en el allanamiento de la clínica, elemento este que respeta la cadena de custodia del proceso.

La jornada concluyó con el testimonio de los Dres. Jorge Lozano y Daniel Duarte, quienes intervinieron luego del parto, atendiendo los pedidos de ayuda de Murgia, a quien conocían de su labor en la clínica.

Poco pudieron aportar, expresando solo Lozano “recibí un bebé casi sin signos vitales y realizamos maniobras de reanimación”, agregando respecto de la causa del deceso, la vasculopatía trombótica, “lo que conozco es que solo se diagnostica por la placenta, pero no soy especialista”, aclaró.

Este jueves será clave la testimonial de los forenses intervinientes en la causa.