Lo sostuvo el Intendente Gustavo Melella en el acto oficial por el aniversario de Río Grande, el último que encabezó como Jefe Comunal de la ciudad.

En su discurso, Melella dijo que “tengo sensaciones encontradas. Tenemos que celebrar porque celebrar el cumpleaños es celebrar la vida, estemos bien o estemos pasando un momento de dificultad. Siempre tenemos que celebrar porque cuando hay vida hay oportunidad y hay esperanza”.

“Personalmente tengo alegría y tristeza porque este es mi último acto de celebración del aniversario de la ciudad como Intendente, pero no como vecino u ocupando otros lugares de servicio. Más allá de eso, hoy somos nosotros los que tenemos que desearle feliz cumpleaños a la ciudad, aunque a veces protestamos, por la neblina, porque no vienen los vuelos; protestamos por la nieve, por el hielo, por el viento, en el verano, algunos por los días largos, otros por los días cortos. Pero esto pasa en la vida, uno protesta en su casa, en la familia. Pero cuando es un cumpleaños, tenemos que desear lo mejor, tenemos que celebrarlo. Tenemos que dar gracias porque Río Grande, a pesar de estas contingencias climáticas, tiene cosas maravillosas. Tenemos nuestra historia de gente que trabajó muchísimo para que nosotros hoy disfrutemos la ciudad”, expresó.

Asimismo, el Jefe Comunal recalcó que “en nuestra comunidad tenemos mucha solidaridad. Cuando le pasa algo a algún vecino, a algún compañero de trabajo o amigo, se le da una mano, porque Río Grande es solidaria. Somos una ciudad de paz, que siempre tratamos de recuperar la paz ante cualquier inconveniente. Somos una sociedad de gente buena. Esta es una ciudad que a los que nacieron o a los que llegamos por algún motivo u otro, nos recibió y nos dio oportunidades. Incluso hoy, cuando vecinos y vecinas nuestras la pasan mal por la pérdida del empleo, la esperanza está y siempre están las ganas de salir adelante”.

“La ciudad nos demostró en todo este proceso de 98 años que salió adelante y sigue creciendo. Recién celebramos los cumpleaños de chicos y adultos y vemos cuántos chicos nacen todos los días, que hay ganas. Ayer entregábamos los reconocimientos a los mejores promedios de los chicos de los colegios y también reconocíamos a la Escuela N° 2 que tanta historia tiene y cuánto ha aportado al desarrollo. También están los veteranos de Malvinas que son un emblema de nuestra ciudad y son un orgullo para Río Grande, para Tierra del Fuego y para nuestro país. Somos la Capital Nacional de la Vigilia por Malvinas y eso solo se vive con intensidad acá como no se vive en ningún otro lugar del país. Eso es un honor, pero también un compromiso y una responsabilidad que tenemos”, prosiguió.

Melella sostuvo también que “por eso, hoy cuando lleguemos a casa, brindemos por la ciudad magnífica y hermosa que tenemos. Tenemos que quererla, tenemos que comprometernos a cuidarla, a cuidar el empleo, a cuidar nuestros espacios, cuidar la vida, cuidar al vecino que tenemos al frente o al lado, porque Río Grande es esa ciudad que nos invita todos los días a vivir mejor y ser solidarios”.

“Estamos solamente a dos años de cumplir el centenario de la ciudad. En este tiempo la ciudad fue creciendo y el Estado debe estar presente con su acompañamiento. El Estado tiene que ser el motor de esta ciudad”, destacó y enfatizó que “como dicen los salesianos, los jóvenes son la parte más sensible de nuestra sociedad y tenemos que cuidarlos, alentarlos y también tenemos que cuidar a nuestros abuelos, a la tercera edad, con esa alegría, con ese dinamismo. Tenemos que agradecer y querer a Río Grande, no por la infraestructura, sino por la gente, porque Río Grande tiene gente buena y eso no lo tenemos que desaprovechar ni perder. Es mi deseo que den gracias siempre porque es una ciudad que nunca nos deja de a pie, que no deja tirado a nadie; que de alguna manera u otra da esperanzas ciertas”.