Tras el veredicto que absolvió a los Dres. Rausch y Montenegro, su defensor Francisco Giménez, brindó la postura de la defensa en este proceso.

“Ante que nada, en 9 años de proceso es imposible llegar a una verdad objetiva de lo que realmente pasó, en una causa de extrema gravedad es absolutamente simple de investigar por eso el Poder Judicial debe hacer una autocrítica de como sus tribunales demoraron 9 años en investigar este caso”, dijo como prólogo.

Sobre el fallo del juicio, agregó, “se derribó una mentira sostenida por la querella en las cuales presentaron una hipótesis, plantaron un hecho y sobre ellos construyeron una causa”.

Giménez explicó sobre la actuación de los médicos, “por las patologías que la paciente manifestó, se la asistió, en un caso consultó por una cirugía estética que se le hizo, en ningún momento consultó por un cuadro neurológico; y en el otro consultó al médico de guardia le envió a hacer interconsulta con neurología y decidieron irse a su casa y luego a trabajar por lo que las consecuencias tienen mucho que ver con la conducta de la misma paciente”.

Finalmente concluyó, “la historia clínica dice que no presentaba cuadro neurológico que ameritara algo más de lo que hicieron los médicos”, dijo, agregando al final, “era un caso simple de resolver que nunca debió llegar a juicio”, sostuvo Giménez.