Continúa en Ushuaia el juicio a Gina Cárdenas, la mujer de 25 años imputada del homicidio el año pasado de su pareja, a quien ultimó de una puñalada.
Concluida la etapa de testimoniales la imputada accedió finalmente a brindar su versión de los hechos, modificando su versión de la brindada en instrucción respecto de la mecánica del hecho.
Cárdenas aseguró que había una relación permanentemente tóxica y violenta entre ella y la víctima, Alejandro Báez; “me celaba prácticamente por todo, y yo hacía lo mismo que me hacía él, era para discutirle no de la misma manera, sino que cuando él me reprochaba que tenía contacto con otros hombres, yo le decía lo mismo pero no era más que eso”.
“Tenía que acceder a tener relaciones con él cuando yo no quería, lo que yo tenía con él no pasaba más de lo sexual y él lo sabía”, agregó, diciendo “yo estaba con Alejandro no porque quería, sino porque necesitaba donde estar”, refiriendo que eso era motivo de represalias físicas permanentes.
Respecto de su embarazo al momento del hecho, expresó, “yo el 20 de octubre me hice una prueba de embarazo que salió positivo, le dije y luego reaccionó diciendo que era una puta que seguro no era de él, y no quería asumir la responsabilidad”, expresó respecto del niño que dio a luz, motivo por el cual actualmente está en prisión domiciliaria.
Finalmente sobre la noche fatal aseguró que fue una discusión en torno a irse del lugar ante lo difícil de la relación, declarando que Báez la tiró en la cama y que apareció con un cuchillo.
Aseguró, «puso el cuchillo en mi mano y me dijo que si me quería ir tenía que matarlo, yo me quería ir, me puso el cuchillo en la mano e hizo presión, me di cuenta que no le importaba su vida, ni la mía, ni la del bebé. Cuando voy a la puerta veo su pecho sangrando», expresó en su descargo en permanente llanto.
El Tribunal de Juicio pasó a un cuarto intermedio para los alegatos de la fiscalía y la defensa el jueves próximo.