Francisco Amador recibió este miércoles la condena a prisión perpetua por el homicidio agravado por ensañamiento y alevosía de la joven Marianela Rago en 2010 en su departamento donde residía en Capital Federal, donde estudiaba periodismo.

En el juicio estuvo acompañado en varias de las audiencias por su padre, Sergio Amador López de 63 años, con quien ahora lo une la increíble historia de haber sido también condenado a perpetua por un homicidio.

En el caso de Sergio Amador López también su caso se reactivó varios años después de la muerte; fue condenado en el año 1999 por la muerte de su bebé de 25 días de vida, acaecida el 17 de octubre de 1989. Condenado una década después del crimen.

Las pericias y médicos finalmente constataron que el bebé ingresado a la guardia había fallecido producto de golpes sufridos, y la condena determinó que el pequeño fue golpeado por su padre debido a su llanto permanente y que no lo dejaba descansar.

Amador López fue condenado por homicidio calificado al igual que su hijo, pero en este antiguo caso el agravante respondió al grado descendiente de la víctima.

En el año 2012 la por entonces gobernadora Fabiana Ríos mediante el decreto 2055/12 increíblemente conmutó la pena de Amador López reduciéndola a 25 años, lo que le permitió acceder a beneficio excarcelatorios y que al día de hoy la misma se encuentre agotada totalmente.

Nunca se entendió el trasfondo de tal resolución por parte de las dos veces mandataria provincial, vinculándose en algún momento esa decisión con alguna relación personal o política del pasado con el condenado, quien pidió expresamente este beneficio ante una delicada situación familiar que vivía.

Incluso los peritos intervinientes en la causa Marianela Rago vincularon estos trágicos episodios y antecedentes familiares de Francisco Amador como eventos que inevitablemente incidieron en sus rasgos de personalidad.

Personalidades violentas que signaron el destino tanto de padre como hijo con terribles hechos y condenas.