Cuando aún no se apaga el escandalete en derredor de trascender sus salarios de más de 2 millones 300 mil pesos, se conocieron nuevamente documentos de lo que es el delirante descontrol de gastos personales que actuales concejales hicieron en anteriores períodos.

En este contexto el cuerpo de ediles busca pasar lo más desapercibido posible en la apertura de sesiones ordinarias y para este viernes 1 de marzo prevén realizar la ceremonia en un recinto reducido y en el mismo horario que la Legislatura Provincial, donde estará centrada la atención pública en el discurso del gobernador.

El cuerpo actualmente presidido por el concejal Matías Rodríguez no pocos motivos posee de esconderse a los ojos de la sociedad, más tomando en cuenta que en las últimas horas trascendieron documentos respecto del manejo de los fondos públicos que este mismo edil y el actual concejal Marcelo Muñóz, hicieron en gestiones pasadas.

De esta forma salió a la luz una auditoría de la saliente gestión de concejales del 2015 al 2019, en la que se marcaron numerosas irregularidades, gastos no rendidos y utilización indebida de fondos en gastos personales por parte de estos dos concejales; Rodríguez y Muñóz.

El actual presidente del Concejo Deliberante, Matías Rodríguez, se hizo adelantar en 2019 tres meses de “gastos de representación” por más de 120 mil pesos, con el fin de “readecuar su guardarropas personal” por razones de gestión con motivo de ser elegido presidente de la institución. Una locura.

Muñóz de asado en asado, pagados con fondos públicos

El actual y por entonces concejal Marcelo Muñóz, no que quedaba atrás, y pidió el adelanto de los “gastos de representación” por seis meses con motivo de trasladarse su familia a Buenos Aires por razones de salud, sin mayor información.

De esa forma se embolsó con más de 160 mil pesos, pero incluso la auditoría detectó que en 2019 Muñóz percibió pagos por “gastos de representación” por 13 meses, descontándosele un mes de lo que fue su liquidación final al concluir ese período, a pesar de que repitió y hoy cumple un tercer período consecutivo.

El descaro de esta casta política tolhuinense no tiene reparos, ya que del análisis de los movimientos bancarios de los gastos de la unidad funcional del concejal Muñóz se detectaron gastos claramente personales, en carnicerías, almacenes, kioscos y todo tipo de consumos gastronómicos por fuera del fin para el cual son creados estos fondos.

Muñóz rindió gastos por dos asados en Río Grande, uno en Tolhuin e incluso acompañó tickets por cenas en el shopping de la ciudad de Ushuaia;  en la misma noche uno en el local Mostaza y el restante en Lomitos Beto´s.  

Este desmanejo nunca fue judicializado en torno a gastos de ediles en una localidad donde muchos residentes no cuentas con los servicios básicos en un contexto económico que torna insoportablemente indignante semejante realidad.