La situación detonó hace unos meses en el Centro Polivalente de Arte de Río Grande donde varios padres aportaron capturas de pantalla de un preceptor con sus hijas, alumnas de la institución.

Si bien no se confirmó la existencia de denuncia penal alguna, ya que el hecho es tomado de forma ambigua por la ley, se instruyó el inicio de un sumario por lo que este sujeto fue apartado de funciones y enviado a labores administrativas en la Secretaría.

El problema reside en que el empleado en cuestión tendría fueros gremiales desde ATE y en los últimos días volvió a ocupar la misma función, lo que motivó algunas quejas y reclamos.

El propio ministro de Educación, Diego Romero, confirmó esta situación en una entrevista radial con Radio Fueguina, y aseguró que se tramita un expediente disciplinario con las limitaciones administrativas del caso, pero el tema puede derivar en incidentes con los molestos padres.

Es el segundo caso en el establecimiento, con un profesor de Educación Física que tuvo que ser apartado de sus funciones por mantener contacto “impropio” con sus alumnos en este mismo establecimiento, del cual ya no forma parte.