El líder de La Libertad Avanza juró su cargo junto a la vicepresidenta Victoria Villarruel; siendo presentado en la Cámara de Senadores por la ex vicepresidenta, Cristina Kirchner, y recibiendo la banda y atributos presidenciales de un saliente Alberto Fernández que tuvo un rol casi secundario a lo largo de la ceremonia.

Luego de la jura Milei, como ya había trascendido, declinó de pronunciar su primer discurso presidencial ante los senadores y se trasladó al exterior hacia la Plaza de los dos Congresos, repleta de militantes.

Allí pronunció un discurso donde apuntó a la herencia económica que recibe del gobierno saliente, confirmando un “ajuste de shock” indicando que “el gradualismo nunca funcionó en ningún país”.

Indicando que el gobierno saliente deja “una inflación anual de 15 mil por ciento”, agregó que “no hay una solución alternativa al ajuste”.

Ese ajuste, prometió, “caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado”, aunque reconociendo que esto tendrá impacto “sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes”, sintetizó.