El mandatario nacional encabezó el acto en la Base Naval Ushuaia junto al ministro de Defensa y la visita de la general Laura Richardson, comandante de la fuerza Zona Sur de Estados Unidos, en un encuentro que careció de autoridades locales ante el repudio generalizado a la presencia de esta representante militar.

Llegado cerca de la medianoche la comitiva presidencial se dirigió rápidamente al acto en el que Milei ratificó el “agradecimiento por el apoyo del gobierno de Estados Unidos a este nuevo gobierno” y reafirmó la “alianza estratégica” con esta potencia.

El objeto del encuentro es “monitorear el avance en la base naval integrada y fortalecer la relación entre ambos países, más allá de los vaivenes políticos de ambas naciones, hay una afinidad entre nuestros pueblos con una historia cultural compartida”, dijo.

“La Argentina se apartó de estas ideas, valores que volvemos a abrazar para revertir 100 años de decadencia, Occidente corre peligro por darle espalda a las ideas de la libertad”, por lo que llamó a “reforzar los ideales y la vida que permiten”.

En ese sentido Milei apuntó a los detractores de este encuentro, “muchos se han llenado la boca hablando de soberanía pero no han hecho nada por ella”, dijo en referencia a la defensa de las zonas limítrofes y el escaso control de la pesca en el mar Argentino.

“La soberanía no se defiende con aislacionismo, sino con alianzas estratégicas con aquellos que compartimos una visión del mundo. Trabajemos juntos contra el avance de quienes pretenden limitar nuestras libertades, reforzar nuestra alianza estratégica con Estados Unidos”, dijo destacando esta futura base como centro logístico “del puerto más cercano a la Antártida y puerta de entrada al continente blanco, que permitirá un desarrollo local para el apoyo logístico a busques y navíos de todo el mundo haciendo reabastecimiento en Ushuaia, además del desarrollo de programas científicos”, enfatizó.