Tanto Catalina Alvarez como su padre, Mario Germán Alvarez de 45 años, y su hermano Sergio Gómez de 22; declararon ante el Tribunal de Juicio durante las indagatorias. Algunos de ellos relataron difíciles –y hasta increíbles- circunstancias de vida y finalmente hubo algunas imprecisiones entre ellos.
La historia mas increíble la relató Mario Alvarez quien contó en las circunstancias personales que no posee padres en Corrientes y no tuvo identidad sino hasta tener 11 años en que vendía en colectivos de manera ambulante, hasta conocer a una mujer quien lo cobija y adopta y de quien toma su apellido.
Allí conoce a Norma Gómez –quien era hija de la mujer que lo adoptó- con quien tuvo 5 hijos llegando a la provincia en 2007 sin documento de identidad y sin saber leer ni escribir. De hecho el imputado Sergio Gómez de 22 no posee su apellido sino el de la mujer fallecida a causa de que el dicente aun no tenía documentos.
Ese 2007 pudo hacer sus documentos pero nunca fue nunca a la escuela sino hasta que estuvo detenido en la Unidad de Detención el año pasado donde aprendió apenas a leer y escribir.
Catalina su hija ya había declarado sobre una difícil infancia en la que tuvo que dejar la escuela a los 14 años para cuidar a sus hermanitos, la joven se conmovió durante la declaración al revivir el descubrir el homicidio de su madre y como en adelante iba a tener que quedar al cuidado de sus hermanos con apenas 17 años al momento del hecho, dada la separación de sus padres. Asimismo se conoció que la joven –hoy de 19- fue víctima de situaciones de abuso y que actualmente posee una beba de un año.
Hoy todos viven juntos en dificultosas condiciones socio económicas, Mario Alvarez señaló que construye cuatro habitaciones para sus hijos en una chacra donde reside en margen sur “con palets que me traen” y algo de madera que poco a poco va adquiriendo “todos los meses, algunos meses si y otros no”, refirió el hombre.
Incluso tiene a una de sus hijas en un hogar de menores y no la puede ver «quiero tener a todos mis hijos conmigo algún día», relató.
Nadie precisó al autor del hecho
Ambos así como el joven Sergio Gómez de 22 años accedieron a declarar ante el Tribunal de Juicio, siendo coincidentes en lo previo al crimen, como fue esa juntada aquella madrugada en el domicilio de Alvarez donde su hija Catalina le contó que estaba embarazada y celebraron.
Catalina Alvarez junto a sus hermanos menores llegaron a la casa de su madre Norma Gómez –a unas seis cuadras de distancia- en calle Yacen 163, constatando desde el exterior que estaba inconsciente en la cama y un hombre en el interior de la vivienda. Allí llamaron a Mario Alvarez y a Sergio Gómez que llegaron en minutos.
Poco a poco fueron irrumpiendo en la vivienda por una ventana que rompieron y los relatos comienzan a ser imprecisos respecto de observar al hombre en distintas circunstancias.
Catalina refiere que forcejeó con este sujeto y que tuvo cortes en una mano, encontrándose toda ensangrentada sin poder precisar quien causó las lesiones al fallecido López Villarroel. Sergio Gómez expresó haber estado en la vivienda con su cuchillo el cual porta por su trabajo en una estancia, pero no refirió haberlo usado como tampoco atacado a López Villarroel a quien sin embargo dijo que vió “con vida”. Finalmente Mario Alvarez se posiciona llegando a la vivienda al final, y encontrando a López Villarroel inerte sentado en el suelo contra un mueble pero casi sin ingresar a la habitación.
Nadie precisó quien fue el autor de las nueve lesiones cortantes en el cuello, registrándose algunas contradicciones entre Catalina y Sergio respecto de los movimientos de los mismos dentro de la vivienda, así como tampoco Alvarez pudo explicar rastros suyos de sangre en la habitación, donde dijo que no había ingresado.
El Tribunal pasó a un cuarto intermedio para este martes en que declararán peritos e investigadores policiales.




