El subsecretario de Modernización e Innovación de Río Grande, Andrés Dachary, encendió el alerta tras el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea.
“Es un acuerdo extremadamente complejo, que plantea un cambio total en lo que era la relación entre estos dos bloques, la Unión Europea y el Mercosur, sobre más de diez mil productos. Esto puede cambiar completamente las condiciones comerciales y ahora sobreviene un proceso complejo, que es la ratificación de cada uno de los estados miembro, que son 28 países de la Unión Europea y los 5 que componen el Mercosur. Esto recién podría estar entrando en vigencia en no menos de dos años”, estimó el funcionario.
“Tenemos mucha preocupación en términos regionales por lo que pueda llegar a pasar. Un acuerdo de estas características no es ni malo ni bueno. Es malo o bueno en función del sector al que está apuntado. Puede haber sectores sumamente beneficiados, pero estamos replicando un modelo del siglo XIX. Seguimos considerándonos como un país que solamente tiene oportunidades en la producción primaria de alimentos, y va a la importación de productos industrializados”, cuestionó.
“Si bien puede ser beneficioso para algún sector, vamos a tener que ver la sintonía fina y el acompañamiento normativo de quien continúe a cargo del Ejecutivo y resulte electo en octubre, para ver cómo se van a balancear los sectores que se ven perjudicados a partir de este acuerdo, porque van a tener una competencia absolutamente asimétrica”, adelantó.
“Tenemos que ir por partes, porque puede haber sectores muy favorecidos y otros muy perjudicados. Una política exterior de estas características y algo tan condicionante como es un acuerdo, debería ser el resultante de un trabajo previo a nivel nacional donde se conjuguen los intereses de todos los sectores involucrados. Los 28 países de la parte europea van a tener que ratificarlo y esto debe tomarlo nuestro Congreso para que sea tomado como una normativa de grado constitucional, al tratarse de un acuerdo internacional”, aclaró.
Remarcó que “este acuerdo habla de más de diez mil productos afectados y debe ser favorable para los intereses del país, no terminar lesionando una economía tan vapuleada como la Argentina en los últimos años. Europa produce automóviles y electrónica a menor costo que Argentina y sería un perjuicio en este caso. No hay que tomarlo como un todo sino desagregar el acuerdo por sectores de la economía. Algunos se van a ver beneficiados y otros pueden quedar destruidos. En el caso de los vinos, uno va a poder ir a un supermercado y con nuestros vinos de Mendoza van a competir los de Italia, Francia, de España, al mismo precio que se consiguen en origen. Claramente esto va a afectar la producción local, pero a su vez nuestros vinos pueden entrar a Europa a un mercado de millones de habitantes. Hay que ir tema por tema y ver la reacción específica de cada país”, reiteró.
En el caso de la industria fueguina, el efecto sería devastador. “Si pensamos en la industria electrónica, hay una asimetría muy importante respecto de las capacidades que tienen instaladas en la Unión Europea. Ahí debe haber un acompañamiento del Estado para equilibrar. Para algunos va a ser una oportunidad y para otros va a ser una amenaza, y ahí tendrá que estar presente el estado para restablecer el equilibrio y que recuperemos competitividad. Es una ventana que estamos abriendo al ingreso de productos que podrían copar todo el mercado interno”, sentenció.