Así lo reveló la titular de la cartera de Promoción Social, Gabriela Castillo, en el marco del análisis del cálculo de recursos para el 2017. La funcionaria dijo que este incremento con respecto al actual ejercicio “tiene que ver con contemplar la nueva realidad social por la que atraviesa la ciudad y pensar la proyección presupuestaria para el 2017”.

Castillo expresó que “creemos que es un presupuesto equilibrado que contempla las necesidades del área para el año que viene, teniendo en cuenta el contexto social y económico que seguramente repercutirá en nuestra ciudad y requerirá de un esfuerzo mayor al de este año”.

La Secretaria destacó la visión integral de abordaje de las problemáticas sociales “que se refleja en un presupuesto flexible que busca poder atender a las necesidades diversas de cada caso que se presenta, cada uno con una problemática específica que requiere una asistencia distinta”.

La profesora Castillo dijo que estas líneas “se van a profundizar en la acción”, y están relacionadas “con trabajar fuertemente en la promoción de la familia, la atención de la vulnerabilidad, el crecimiento en la actividad cultural en los barrios, el acompañamiento en las familias que atraviesan problemas de consumo problemático, la atención en el fortalecimiento de la familia por la situación de vulnerabilidad por la que atraviese, sea la problemática psicosocial que sea y en esto hablamos de consumo, hablamos de violencia, de distintas realidades incluyendo situaciones de enfermedad”.

La funcionaria municipal detalló a los ediles que “en la actualidad tenemos dos mil familias asistidas, realmente se ha duplicado la cantidad” y atribuyó esta situación a “la fluctuación del empleo que lleva a muchas familias a depender de asistencia gubernamental, claramente en la comunidad está identificado por los vecinos la política social que lleva adelante el Intendente de la ciudad, hace que sea el Municipio la caja de resonancia, dado que es el primer lugar donde acuden los vecinos para tener una respuesta, sea porque están en una situación desalojo, porque no pudieron pagar el alquiler, porque no tienen alimentos para sus hijos, porque atraviesan una situación de enfermedad”.

Observó que “no solo estamos hablando de una disminución del empleo en aquellas familias que perdieron un trabajo formal, sino el efecto cadena de todas aquellas familias que eran subempleadas; por ejemplo en los quehaceres domésticos, en el transporte o trabajaba en el comercio y que por la fluctuación del empleo hay menor consumo y las familias atraviesan esta situación”.

Reflejó que “no solo estamos hablando de la cobertura de la necesidad inmediata, sino también la posibilidad de que las familias puedan tener herramientas para sus microemprendimientos para poder salir adelante con un sabe que tienen y que reconduce esa matriz de respuesta de lo laboral al interior del grupo familiar para poder hacer frente a las necesidades básicas”.

Sobre este punto delineó que la política social “no es que tengan una asistencia permanente (por parte del Estado) sino que puedan por sus medios volver a hacer frente a las necesidades de las familias”.