El fiscal del caso sostuvo la inimputabilidad de Daniel Saromé con un estado mental que no le permitió dirigir sus accionar en el hecho imputado por “tentativa de homicidio” contra su hijo. La defensora oficial sostuvo que Saromé fue una víctima “de la desidia del Estado”, ante la falta de tratamiento en prisión. El tribunal finalmente decidió convocar para el lunes a un representante del Gobierno para dar una solución a la internación requerida.

El fiscal Eduardo Javier Tepedino inició la etapa de alegatos y se refirió a los sucesos del 16 de febrero de este año señalando que Saromé al salir de prisión (pasó 10 años por un homicidio) dejó el tratamiento farmacológico que recibía, comenzando a sufrir episodios violentos y de aislamiento de su entorno familiar.

Tal cual lo señalado por los psiquiatras forenses, Saromé surfrió un “cortocircuito” esa madrugada en la que atacó a su hijo e intentó agredir a su familia, producto del insomnio y un trastorno de personalidad severo, sumando a la falta de medicación y tratamiento.

Eso lo transforma en “inimputable” consideró y pidió su internación en un centro psiquiátrico fuera de la provincia, por considerarlo “un peligro para terceros”.

En rol de víctima
Acto seguido la defensora oficial Lorena Nebreda sostuvo que los años de prisión agravaron su condición y culpó de ello a “la desidia del Estado”.

La defensora alegó además que se “agravó su condición física y mental por falta de estructura o recursos con un trato cruel y degradante”, dijo respecto de la falta de tratamiento durante el encierro de Saromé.

Tras el alegato el Tribunal de Juicio pautó un cuarto intermedio para el lunes, citando para tal ocasión al ministro Coordinador de Gabinete de la provincia, Leonardo Gorbacz, a quien se lo consultará sobre que alternativa plantea el Gobierno para la internación psiquiátrica de Sarome, dado que no hay establecimientos adecuados en la provincia.