Mañana sesionará el Concejo Deliberante de Río Grande para tratar los nombres propuestos para la nueva conformación del Tribunal de Cuentas del municipio. Entre los propuestos está un contador, Rafael Pereyra Ramos, sobre el cual ya está instalado el resquemor entre varios concejales por antecedentes con episodios confusos y poco claros. Incluso su nombre sería el único sin aprobarse mañana.

Este viernes a las 16 horas está previsto que sesione el Concejo Deliberante de Río Grande para abordar la aprobación de los nombres que se proponen para la nueva conformación del Tribunal de Cuentas municipal por los próximos años.

El Ejecutivo Municipal propone que continúe su representante el contador Carlos Iomi, mientras que la concejal Laura Colazo por el Partido Verde como primera minoría propone al contador Rafael Pereyra Ramos, y el concejal Alejandro Nogar por el MPF como segunda minoría, al abogado Pedro Fernández.

La sesión mañana tendrá solamente a cuatro ediles presentes; entre Nogar, González, “Laly” Mora y Von der Thusen; en un acto que debería ser un mero trámite, pero los antecedentes de uno de los candidatos podría deparar sorpresas.

Es que el candidato propuesto por Colazo, el contador Pereyra Ramos, presenta algunos antecedentes complicados de digerir por varios de los ediles, sobre todo para representar una entidad ciudadana dedicada al contralor en la transparencia de los actos públicos.

Si bien no hay antecedentes judiciales computables por parte de este profesional que actualmente ejerce en Río Grande, e incluso se desempeña como contador designado en planta permanente en el Concejo Deliberante de Tolhuin desde hace dos años; al menos dos hechos empañan la valoración de su nombre para el tribunal.

Escuchas telefónicas y un sumario en la Justicia
El primero de relevancia data del 2001 cuando fuera contador del municipio de Tolhuin, donde se vio envuelto en un escándalo de una “escucha telefónica” con la concejal del Movimiento Popular Fueguino de ese entonces, Margarita Vega.

En la misma se recuerda un diálogo en el que adjudicaba la voz al contador ofreciendo un “arreglo” para la aprobación del presupuesto en ese entonces, “Él me ofrecía dinero a mi para que se vote el presupuesto”, recordó Vega ante la consulta efectuada hoy a 16 años de ese episodio.

La llamada la realizó la edil desde una radio de Tolhuin, de uno de sus colaboradores en ese entonces, y se grabó la conversación que luego fue llevada a la Justicia en medio del escándalo mediático.

El caso quedó en la nada al tornarse inadmisible la prueba.

Esto permitió que años después Pereyra Ramos recalara en el mismo Poder Judicial, esta vez ya como perito contador designado en las causas del Distrito Judicial Norte.

Hace dos años Pereyra Ramos se desvinculó del Poder Judicial en un confuso episodio sobre el cual nunca se puso blanco sobre negro respecto de los motivos de su salida.

Lo cierto es que se le tramitó un sumario interno tras una causa en la que se detectó que Pereyra Ramos apareció como apoderado de una firma distribuidora de bebidas en Río Grande en un litigio con uno de sus empleados.

Ello planteaba una severa incompatibilidad en sus funciones como perito contador del mismo Poder Judicial, del cual salió eyectado, a partir de este episodio que nunca llegó a tomar estado público y sobre el cual nunca hubo información oficial.

Estos antecedentes son los que ponen hoy un manto de duda en la decisión de los ediles en la incorporación de este profesional a un ente de contralor en las finanzas públicas municipales, que amerita despejar cualquier claroscuro sobre las personas que ocupen el mismo.