Las prepagas aplicaron un aumento del 30% en las cuotas de enero, anunciaron otro del 40% para el mes de febrero y se espera una suba también para marzo.

Como consecuencia de esta noticia, que golpea fuerte al bolsillo de los afiliados, según un cálculo de la Unión Argentina de Salud (UAS), que congrega a la mayoría de las empresas de medicina privada, el 5% de los usuarios se bajarían de los planes directos (no corporativos).

Si bien desde las empresas afirman que la caída será inevitable, el impacto real se verá recién en marzo cuando a las familias a la vez del aumento en el servicio de salud también se le sume la cuota de los colegios.

Ante esta realidad, muchas buscan contener esta pérdida de socios mediante planes low cost con menos servicios en cartilla. Sin embargo, la necesidad de implementar medidas no está presente en todas las compañías. “Entendemos que anunciar un aumento y luego salir con promociones (como hicieron otras empresas) con descuentos para nuevos socios no es justo para los que ya están”, comentó un vocero de la empresa.

En cuanto a precios, se calcula que, para un plan básico de los más baratos, inician desde los $50.000 para planes individuales y, desde $150.000, para una familia. En cualquier caso, los más afectados por esta noticia será los miembros de la clase media.