La construcción consistió en demoler una pared que dividía los tradicionales baños para varones y mujeres en la zona de taller del colegio Cepet, uniendo ambos ambientes.

Esto despertó quejas y reclamos entre padres del establecimiento por lo que el baño en medio de todas las reparaciones sanitarias que demandaba tuvo que ser nuevamente dividido con una pared.

Una decisión increíble en un establecimiento educativo inmerso ya en una refacción integral y que lo encuentra complicado para poder iniciar clases la próxima semana.